Vacuna de la gripe: composición, tipos que se van a comercializar y perfil de seguridad

La mayoría de las vacunas que se comercializarán esta temporada (2021-2022) son inactivadas (no vivas). Las vacunas inactivadas frente a gripe contienen fracciones de virus o proteínas víricas.

Un paciente antes de ponerse una vacuna frente a la gripe (Foto: CAM)
9 noviembre 2021 | 17:45 h

La vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus complicaciones. En la temporada 2019-2020 la vacunación evitó el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en UCI y el 37% de las defunciones atribuibles a la gripe en las personas de 65 años de edad y mayores, de acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad.

La vacunación antigripal es necesaria todos los años debido a dos motivos. El primero de ellos es que los virus de la gripe tienen una elevada capacidad para variar sus antígenos de superficie (proteínas con especial relevancia en la capacidad del virus para infectar). Estas variaciones implican la aparición de nuevos virus de la gripe frente a los que el ser humano no tiene protección. Por este motivo la vacuna debe actualizarse cada año. Además, los anticuerpos producidos por las personas gracias a la vacunación antigripal disminuyen con el tiempo.

A pesar de la necesidad de repetir la vacunación cada año, se trata de una vacuna muy segura y suficientemente eficaz para evitar un alto porcentaje de hospitalizaciones y muertes producidas por la gripe.

La efectividad de la vacuna contra la gripe es uno de los asuntos que más interés despierta cada año. La respuesta depende de dos factores: la edad y el estado de salud de la persona a la que se le inocula, y la similitud entre los virus de la gripe que están circulando y aquellos con los que se ha fabricado la vacuna.

Sin embargo, si la persona que adquiere la infección se ha vacunado, la enfermedad será con alta probabilidad menos grave. A pesar de la necesidad de repetir la vacunación cada año, se trata de una vacuna muy segura y con alto impacto para evitar un alto porcentaje de las hospitalizaciones y muertes ocasionadas por la gripe.

“Lo importante es que la gente se vacune. Es verdad que el virus no circuló el año pasado, pero la población se vacunó en una proporción superior a otros años. En este sentido, probablemente el único aspecto a tener en cuenta es que las vacunas se fabrican en base a las cepas que circularon el año anterior. El año anterior no hubo circulación por lo que probablemente se han fabricado en base a las cepas de hace dos años, con lo cual la probabilidad de que no haya un emparejamiento perfecto entre el virus que circule y  el que está en la vacuna es más alta", explica a ConSalud.es el doctor Tomàs Pumarola, jefe de Microbiología del Hospital Vall d´Hebron.

"Probablemente el único aspecto a tener en cuenta es que las vacunas se fabrican en base a las cepas que circularon el año anterior. El año anterior no hubo circulación por lo que probablemente se han fabricado en base a las cepas de hace dos años, con lo cual la probabilidad de que no haya un emparejamiento perfecto entre el virus que circule y  el que está en la vacuna es más alta"

"De todas formas, en el caso de que no hubiera un buen emparejamiento tendríamos más casos de gripe, pero la vacuna continúa siendo muy buena protectora ante la gravedad de la enfermedad", añade.

¿DE QUÉ ESTÁ COMPUESTA LA VACUNA DE LA GRIPE?

Las vacunas frente a la gripe contienen tres o cuatro tipos de virus de la gripe (dos de tipo A y uno o dos de tipo B). Estos virus se seleccionan en función de la probabilidad de circular en cada temporada epidémica, según estimaciones realizadas anualmente desde la Organización Mundial de la Salud (OMS). La composición de la vacuna para esta o para pasadas temporadas se puede consultar a través de la página web de la OMS.

La mayoría de las vacunas que se comercializarán esta temporada (2021-2022) son inactivadas (no vivas). Las vacunas inactivadas frente a gripe contienen fracciones de virus o proteínas víricas. Por tanto, no contienen virus vivos y no pueden causar la enfermedad de la gripe. Además de las vacunas inactivadas, está autorizada una vacuna atenuada y es necesario tener en cuenta que no se debe utilizar en algunos grupos de alto riesgo.

“La ampliación de la vacunación más allá de los grupos de riesgo depende de la disponibilidad de las vacunas. La vacuna de la gripe se recomienda para todo el mundo, pero el problema es que debemos priorizar ya que la disponibilidad de vacunas no es universal por el propio sistema de fabricación. Motivo por el que se priorizan los grupos de riesgo”, detalla Pumarola.

¿ES SEGURA LA VACUNA DE LA GRIPE?

Multitud de estudios clínicos han confirmado la seguridad de la vacuna frente a la gripe y, en el mundo, se administran cientos de millones de dosis de vacuna frente a gripe.

El efecto secundario más frecuente tras la administración de la vacuna es molestia y/o dolor en el lugar de la inyección. Estas reacciones locales suelen durar menos de 48 horas y rara vez interfieren con la vida normal de las personas vacunadas. Otras reacciones como fiebre, malestar o dolores musculares también pueden aparecer tras la vacunación. Estas reacciones se inician en las primeras 6-12 horas y suelen durar 1-2 días.

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