Un estudio de Injuve 'Jóvenes y videojuegos: espacio, significación y conflictos' ha revelado que los videojuegos ya no son una práctica exclusiva de la juventud, ya que todas aquellas personas nacidas entre los años 80 y 90 (primera generación que comenzó a dar uso a los videojuegos), siguen utilizándolos en sus ratos libres.
Pero más allá de la polémica del uso abusivo de estos dispositivos entre la población joven, este tipo de videoconsola cuenta cada vez más con más adeptos que intercambian información, experiencias y desafíos, formando parte de una comunidad en construcción.
Así lo señala la página web de Injuve, "más que una excepción, el uso de videojuegos forma parte ya de la vida cotidiana de un buen número de jóvenes". Muchos de ellos, "viven esta experiencia como una más entre las ofertas de ocio y consumo de que disponen. Los videojuegos crean un espacio de privacidad, incluso de aislamiento, pero también forman parte de las actividades que se comparten con los amigos".
En pleno verano y ya iniciadas las vacaciones, es más probable que los jóvenes y adolescentes alarguen todavía más el tiempo de uso de las pantallas, especialmente con los videojuegos, lo cual puede acabar provocando sedentarismo, molestias de espalda y contracturas, además de afecciones emocionales. Para evitar llegar a padecer estas patologías, es esencial seguir unas determinadas pautas y prevenciones.
"Más que una excepción, el uso de videojuegos forma parte ya de la vida cotidiana de un buen número de jóvenes"
Así lo afirma el fisioterapeuta y colaborador de Angelini Pharma, Pablo de la Serna, que también recomienda “no demonizar este hábito que han adoptado, no solo los más jóvenes, en los últimos años”. “También los adultos pasamos muchas horas ante el ordenador o el móvil, ya sea por trabajo o por ocio; así que es poco coherente que les pidamos que hagan algo distinto a lo que ven”.
Pero sí se debe tener en cuenta que muchos videojuegos suelen generar un estado de tensión y alerta, "lo cual repercute en dificultad para conciliar el sueño y descansar bien, especialmente si se juega por la noche", explica el experto, quién añade que "no dormir suficiente genera cansancio y un comportamiento más agresivo". Se trata, pues, de evitar el uso de videoconsolas y pantallas las horas previas a la hora de dormir.
Además, "esta misma tensión y las malas posturas que muchos jóvenes y algunos adultos adoptan ante las pantallas, acaban pasando factura a la musculatura de la espalda", afirma el fisioterapeuta. Así que "a la falta de ejercicio para reforzar la musculatura se añade el riesgo de sufrir contracturas, especialmente en cervicales, pero también en dorsales y lumbares", advierte de la Serna. El experto recuerda que "existen juegos interactivos que sí fomentan el movimiento y conllevan cierto ejercicio, lo cual es positivo".
En cualquier caso, si aparecen dolores de espalda, "es importante evitar que vayan a más y provoquen mayores complicaciones". Para ello, "además de realizar estiramientos y reducir el sedentarismo, la fisioterapia y la terapia de calor ayudan a mejorar". En este sentido, "es recomendable el uso de parches térmicos terapéuticos, que aumentan el flujo sanguíneo, ayudan a la relajación de los músculos y alivian el dolor".
Para Pablo de la Serna, es esencial "limitar el tiempo frente a las pantallas y fomentar la participación de adolescentes y jóvenes en entornos sociales presenciales"
Por otra parte, se debe tener en cuenta que la interacción 100% virtual "puede reducir el contacto presencial con el entorno más próximo y encerrar a los jóvenes en un mundo casi exclusivamente digital", apunta el experto. "Son cada vez más los jóvenes que tienen dificultades de relación en el ámbito presencial, sin pantallas de por medio", afirma
Por todo ello, según De la Serna, "no se trata de prohibir, sino de educar y establecer pautas en relación al uso de los videojuegos para que éste no provoque consecuencias físicas, emocionales y sociales". Lo importante es "ejercer una adecuada supervisión sobre los más jóvenes que, a modo de acompañamiento, los oriente a un uso racional y seguro de la tecnología", concluye.
Asimismo, el experto aconseja "limitar el tiempo frente a las pantallas y fomentar la participación de adolescentes y jóvenes en entornos sociales presenciales, a la vez que reservar espacios para la práctica regular de actividad física o deporte adecuados a su edad".