La demencia se ha convertido en una de las grandes amenazas para la salud de las personas de edad avanzada.Los expertos estiman que para el año 2050, 131 millones de personas pueden vivir con demencia en todo el mundo, mientras que se calcula que en la actualidad hay 47 millones que la padecen. Aunque a día de hoy todavía no existe una solución para estas enfermedades, un estudio publicado en la revista “The Lancet”afirma que uno de cada tres casos de demencia en edad avanzada podría evitarse.
Según los investigadores, estos factores evitables suponen un 35% de riesgo de padecer demencia, mientras que el 65 % restante está fuera del control de la persona. Asimismo, el estudio también remarca la importancia de mantener la actividad mental. Para ello, los autores sugieren que las personas que continúan estudiando durante gran parte de la vida tienen más posibilidades de reforzar su actividad cerebral.
"Si bien la demencia se diagnostica en edad avanzada, los cambios en el cerebro suelen empezar a desarrollarse años antes", indicó la autora del estudio, Gill Livingston, del University College London.
Por otra parte, los investigadores también subrayan que tratar de no fumar, hacer ejercicio físico y mantener un peso sano contribuyen a reducir el riesgo de demencia. Asimismo, el alcohol y la dieta pueden influir también, pero no fueron incluidos entre los factores de riesgo puesto que no disponen de datos suficientes.
Estos factores evitables suponen un 35% de riesgo de padecer demencia
Esta investigación, que ha sido presentada en la conferencia internacional de la Asociación del Alzheimer que se celebra en Londres, revela nueve factores que podrían contribuir a desarrollar demencia. Ordenados de menor a mayor importancia, estos factores son:la pérdida del oído a mediana edad, no completar la escuela secundaria, el tabaco, la depresión, la inactividad física, el aislamiento social, alta presión arterial, obesidad y diabetes tipo 2.Según los investigadores, estos factores evitables suponen un 35% de riesgo de padecer demencia, mientras que el 65 % restante está fuera del control de la persona. Asimismo, el estudio también remarca la importancia de mantener la actividad mental. Para ello, los autores sugieren que las personas que continúan estudiando durante gran parte de la vida tienen más posibilidades de reforzar su actividad cerebral.
"Si bien la demencia se diagnostica en edad avanzada, los cambios en el cerebro suelen empezar a desarrollarse años antes", indicó la autora del estudio, Gill Livingston, del University College London.
Por otra parte, los investigadores también subrayan que tratar de no fumar, hacer ejercicio físico y mantener un peso sano contribuyen a reducir el riesgo de demencia. Asimismo, el alcohol y la dieta pueden influir también, pero no fueron incluidos entre los factores de riesgo puesto que no disponen de datos suficientes.