En un comunicado, el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) ha destacado que en dicho estudio ha participado uno de sus investigadores, el doctor Daniel Podzamczer, que también es jefe clínico de la Unidad de VIH y ETS del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Bellvitge.
"Es la primera vez que la terapia antirretroviral se da completamente en inyecciones"
En el ensayo, cuyo resultados ha publicado la prestigiosa revista The Lancet, participaron 286 pacientes con carga viral previamente suprimida, a los que se administró una combinación de carbotegravir -un nuevo inhibidor de la integrasa- y rilpivirina -un no nucleósido- inyectada intramuscularmente cada 4 u 8 semanas. La terapia de mantenimiento habitual, por su parte, incluye tres fármacos administrados por vía oral: carbotegravir y abacavir-lamivudina."Se trata de la primera vez que la terapia antirretroviral se da completamente en inyecciones; además, son sólo 2 fármacos, algo que no es nuevo, pero que apoya el cambio de paradigma de 3 a 2 fármacos en algunos pacientes virológicamente suprimidos", ha destacado el doctor Podzamczer.
Pasadas 96 semanas, los investigadores observaron que el 87 % de los pacientes en el grupo tratado cada 4 semanas y 94 % en el tratado cada 8 semanas mantenían la supresión de carga viral, una cifra incluso mejor que la alcanzada en el grupo de tratamiento oral estándar, con un 84 %.
"Con el VIH, estamos en un punto de cronificación de la enfermedad; en unos años hemos pasado de dar 14 pastillas diarias a una o dos, pero sigue siendo un tratamiento diario que requiere un cumplimiento estricto. Por ello, espaciar la administración de fármacos a una vez cada mes o cada dos meses se traducirá potencialmente en mejores tasas de adherencia y una mejora de la calidad de vida de los pacientes", ha resuelto Podzamczer.
Alrededor del 90 % de pacientes en los grupos a los que se trató de forma intramuscular se muestran muy satisfechos con la idea de seguir con este tipo de tratamiento.