La ciguatera es una toxina, endémica de zonas tropicales y subtropicales, que afecta cada año a entre 25.000 y 500.000 personas. Causada por la ingesta de pescado contaminado con toxinas de algas microscópicas, no se encuentra relacionada con el anisakis, ni es letal, pero podría suponer un riesgo emergente en Canarias.
Respecto a las precauciones a seguir, hay que destacar que la toxina causante de la ciguatera no desaparece al congelar el pescado ni al cocinarlo por muy elevada que sea la temperatura, no se ve a simple vista, no tiene olor ni sabor y la única forma de certificar su presencia es mediante un análisis de laboratorio.
En cuanto a sus síntomas, esta intoxicación puede conllevar diarreas, vómitos, hipotensión o sensación de frío o calor. Un cuadro similar al que puede presentar una gastroenteritis. Por lo que ambas pueden ser confundidas en el diagnostico.
Según ha declarado a Efe el portavoz socialista de Pesca en la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Ángel Heredia, esta toxina "no supone tanto un problema desde el punto de vista de la salud pública, como un trastorno para los pescadores y el sector turístico".
En Canarias se han producido poco más de 100 casos en los últimos ocho años
Desde 2008 hasta 2016, el Servicio Canario de Salud registró 108 casos de intoxicación, la mayoría de los cuáles se produjo por consumo de pescado precedente de mercados locales o pesca deportiva. Pero todavía, a día de hoy, su distribución temporal y espacial en el archipiélago, así como el vector responsable de la primera transmisión, es información que se desconoce. Sin embargo, la presencia de ciguatera en Tenerife, La Palma, La Gomera y Gran Canarias está documentada.Respecto a las precauciones a seguir, hay que destacar que la toxina causante de la ciguatera no desaparece al congelar el pescado ni al cocinarlo por muy elevada que sea la temperatura, no se ve a simple vista, no tiene olor ni sabor y la única forma de certificar su presencia es mediante un análisis de laboratorio.
En cuanto a sus síntomas, esta intoxicación puede conllevar diarreas, vómitos, hipotensión o sensación de frío o calor. Un cuadro similar al que puede presentar una gastroenteritis. Por lo que ambas pueden ser confundidas en el diagnostico.
"No supone tanto un problema desde el punto de vista de la salud pública, como un trastorno para los pescadores y el sector turístico"
En los últimos días, el grupo parlamentario del PSOE ha presentado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley que insta al Gobierno a incrementar los recursos humanos y materiales del Instituto Español de Oceanografía dedicados específicamente a la investigación de estas microalgas tóxicas.Según ha declarado a Efe el portavoz socialista de Pesca en la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Ángel Heredia, esta toxina "no supone tanto un problema desde el punto de vista de la salud pública, como un trastorno para los pescadores y el sector turístico".