El factor de riesgo más importante para el desarrollo de este tumor es la infección por Helicobacter pylori y su asociación con la gastritis atrófica, además de la metaplasia intestinal. Los antecedentes familiares también incrementan las posibilidades de aparición. Otros factores, con efectos más modestos son, por ejemplo, una dieta rica en salazones y ahumados, la obesidad o un consumo escaso de frutas y verduras.
"No hay mejor recomendación que una dieta rica en frutas y verduras, evitar la obesidad, no fumar y no beber alcohol"
También aumenta el riesgo, particularmente de padecer cánceres en la región superior del estómago cercana al esófago, el hábito de fumar. PRINCIPALES RIESGOS
Las infecciones por la bacteria Helicobacter pylori son la causa principal del cáncer gástrico. La infección prolongada del estómago por esta bacteria puede conducir a una inflamación, llamada gastritis atrófica crónica, y a cambios precancerosos del revestimiento interno o capa mucosa del estómago (metaplasia intestinal y displasia). La infección por Helicobacter pylori se asocia también con algunos tipos de linfoma gástrico.
Otro potencial peligro es la influencia de los antecedentes familiares. Aparentemente, existe una predisposición en los familiares de primer grado (padres, hermanos o hijos) de pacientes con cáncer gástrico a tener infección por Helicobacter pylori y padecer gastritis crónica atrófica y metaplasia intestinal, que se asocian a mayor riesgo de desarrollo de estos tumores. Se estima que las personas con un pariente de primer grado diagnosticado de cáncer de estómago poseen una incidencia dos y tres veces mayor que el resto de la población. “Los familiares de primer grado de un paciente diagnosticado con cáncer de estómago deben consultar al especialista en Aparato Digestivo. Para la población en general no hay mejor recomendación que una dieta rica en frutas y verduras, evitar la obesidad, no fumar y no beber alcohol o hacerlo con la máxima moderación”, explica el doctor.
La detección de gastritis atrófica y metaplasia intestinal durante una gastroscopia, habitualmente asociadas con la infección por esta bacteria, son un factor decisivo en el desarrollo de la enfermedad. Estas alteraciones de la capa mucosa del estómago suelen detectarse en gastroscopias que se hacen por otros motivos, habitualmente en el contexto de molestias gástricas inespecíficas.
La gastroscopia, o endoscopia alta, es la prueba que permite detectar lesiones pretumorales y cánceres precoces. La detección temprana es muy importante porque permite tratarlos en fases iniciales con técnicas de endoscopia. En este contexto, muy raramente han desarrollado la capacidad de invasión y la cirugía no suele ser necesaria.
DIAGNÓSTICO PRECOZ
Las personas con Helicobacter pylori y a quienes se les ha detectado gastritis atrófica y metaplasia intestinal, deberían someterse a un seguimiento endoscópico para que las lesiones no empeoren y deriven en un cáncer de estómago. El tratamiento de la bacteria permite reducir drásticamente la evolución hacia un cáncer de estómago, aunque es imprescindible hacer un seguimiento endoscópico correcto de las lesiones pretumorales que ya puedan haber aparecido (atrofia o metaplasia intestinal).
La incidencia de este cáncer en España en 2015 fue de 8.456 nuevos pacientes
Cabe recordar que la endoscopia alta es una prueba de poco riesgo, relativamente poco invasiva y sin complicaciones. Es una prueba ambulatoria que dura normalmente entre 15 y 20 minutos que suele realizarse con sedación, por lo tanto, sin molestias para el paciente. La gastroscopia permite evaluar y tomar muestras de la capa mucosa del estómago (biopsia) e incluso tratar al momento las lesiones más pequeñas. En el caso de detectar tumores precoces de mayor tamaño, se realiza una segunda gastroscopia de tratamiento, siendo una prueba menos invasiva en comparación con la alternativa quirúrgica. PREVALENCIA
Por cáncer de estómago se entiende la existencia o la aparición de tumores malignos en el estómago que derivan de las células situadas en la pared gástrica. La incidencia de este cáncer en España en 2015 fue de 8.456 nuevos pacientes (3.306 mujeres y 5.150 hombres). La prevalencia actual en España de cáncer de estómago es de 31 casos cada 100.000 habitantes. No es de los más prevalentes, ni en España ni en los países de su entorno. De hecho, solo el 2% de los casos nuevos de cáncer en los países occidentales corresponden a cáncer de estómago.
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