Estados Unidos está viviendo un importante brote de sarampión en los últimos meses que solo en el distrito de Brooklyn ha afectado a más de 300 personas, la mayoría de ellos niños. Además, otros 222 casos han sido diagnosticados en otras partes del estado de Nueva York.
Ante esta situación, se dictaminó una orden para que la vacunación contra esta enfermedad sea obligatoria. Una decisión a la que no tardaron en salirle enemigos. Un grupo de padres antivacunas intentó impugnar al orden.
Los que se nieguen a recibir la vacuna se enfrentarán a multas
Sin embargo, ahora un juez ha decidido rechazar sus argumentos. El magistrado ha negado la petición y se ha puesto del lado de los médicos que la defienden como un paso necesario para contener una oleada de una enfermedad altamente contagiosa.
Según recoge Reuters, el juez ha rechazado el argumento de los padres de que la orden de vacunación era excesiva o coercitiva, y señala que no exige la administración forzosa de la vacuna a quienes la rechazan.
Bajo la emergencia de salud pública declarada el martes pasado por el alcalde Bill de Blasio, los residentes de ciertos vecindarios afectados de Brooklyn que se niegan a recibir una vacuna se enfrentarán multas a menos que puedan demostrar inmunidad contra el sarampión o proporcionar una exención médica válida.
La demanda judicial se presentó en la Corte Suprema de Brooklyn en nombre de cinco madres y sus hijos en los vecindarios afectados. Sus identidades se mantuvieron confidenciales para proteger la privacidad de los niños, dijeron sus abogados.
Los médicos explican que el sarampión, que puede causar complicaciones graves e incluso la muerte, se ha propagado principalmente entre los niños en edad escolar cuyos padres se han negado a vacunarlos.