El hospital Povisa de Vigo, un centro concertado con el Servicio Gallego de Salud de la Xunta de Galicia (Sergas), ha sido condenado por un Juzgado a indemnizar con 60.000 euros a un paciente al que se le diagnosticó por error en el año 2000 VIH y hepatitis B.
Durante los siguientes 15 años este afectado asumió las enfermedades con unas consecuencias fatales para su vida, ya que empezó a delinquir después de que su familia le repudiara. Incluso, tal y como indica la sentencia, “recayó en el consumo de sustancias estupefacientes; lo cual, unido a lo que él creía una corta esperanza de vida, hizo que comenzase una espiral delictiva que le llevó a ingresar en prisión en el año 2002”.
Los servicios sanitarios ignoraron analíticas de 2005, 2007, 2012 y 2014 en las que los resultados de la serología eran negativos
Según el magistrado, "se trata de un caso particular de exclusión social, caracterizado por dificultad en la continuidad laboral, ausencia o insuficiencia de apoyos familiares o comunitarios, marginación social y, desde luego, falta de sensibilización de la población en general frente a la problemática relacionada con el VIH o la hepatitis asociada al virus".
“El demandante dejó de ver a su hija, por el temor a que fuese contagiada. Actualmente, tiene un nieto al que apenas conoce. También perdió la relación con sus ocho hermanos y con los hijos de éstos, pues se trataba de evitar cualquier contacto. En realidad, toda la familia sufrió el estigma de la enfermedad, incluida la niña”, apunta la sentencia.
Asimismo, se especifica que el error se dilató en el tiempo, ya que los servicios sanitarios “pudieron comprobar en diversos momentos (analíticas de 2005, 2007, 2012 y 2014) que los resultados de la serología eran negativos, y aun así ni se corrigió documentalmente ni se comunicó al interesado”.