El cáncer de mama es cada año uno de los más diagnosticados en el mundo, solo el año pasado representó el 12 % de los diagnósticos. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estima que en 2019 en España habrá 32.536 nuevos casos.
Los peores escenarios se producen cuando los pacientes son diagnosticados por metástasis. Entre el 15 y el 20 % de los casos son tumores triple negativo y estos tienen el peor pronóstico de todos.
Entre el 15 y el 20 % de los diagnósticos de cáncer de mama tienen el peor pronóstico
En este escenario está trabajando un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia en Estados Unidos. Están desarrollando un fármaco inteligente que se ha mostrado prometedor en el tratamiento de las mujeres con cáncer de mama triple negativo metastático.
“Creo que este medicamento tiene el potencial de cambiar la práctica, porque los datos parecen muy convincentes, incluso con un número relativamente pequeño de pacientes en el ensayo”, subraya Kevin Kalinsky, de la Universidad de Columbia (EE.UU.) y autor principal del artículo.
En la misma línea de Kalinsky se posiciona otro de sus compañeros. Gary Schwartz, del Columbia University Irving Medical Center, afirma que gracias a este nuevo medicamento esperan “cambiar el paradigma del tratamiento para las pacientes con cáncer de mama metastásico triple negativo”.
El fármaco (sacituzumab govitecan) forma parte de una clase emergente de ‘medicamentos inteligentes’ diseñados para administrar una carga tóxica directamente sobre las células tumorales.
Ha sido probado en más de 100 mujeres con cáncer de mama triple negativo metastático
Kalinsky afirma que “con este medicamento inteligente, podemos entregar una dosis mucho más alta de la carga útil, ya que lo enviamos directamente a las células cancerosas”.
El ensayo clínico ha sido probado en 108 mujeres con este tipo de cáncer que ya habían pasado anteriormente por mínimo dos tratamientos diferentes. Los resultados mostraron que, el 33 % de las pacientes respondieron; la mediana de duración de la respuesta fue de 7,7 meses, y la supervivencia global media de 13 meses.
Hay que tener en cuenta que cuando la paciente comienza su tercer o cuarto régimen de tratamiento, la probabilidad de una respuesta es baja. Sin embargo, este nuevo medicamento ha logado una mejor tasa de respuesta en pacientes tratadas previamente que lo que se ha visto históricamente con otras terapias estándar.
“Vimos una reducción significativa del tumor, y éste tardó más en progresar el cáncer en comparación con otros medicamentos que se usan comúnmente para tratar el cáncer de mama triple negativo metastásico”, apunta Kalinsky. Nueve de estas pacientes son respondedoras a largo plazo y permanecieron libres de progresión de la enfermedad durante más de un año.
El hecho de reducir el tumor puede suponer algo increíblemente significativo para la calidad de vida de una paciente. “Cuando los tumores se reducen, es más probable que los pacientes experimenten mejoría en los síntomas, como el dolor”.