Uno de los principales problemas que acarrea el aumento de la esperanza de vida es que cada vez se dan más ciertas enfermedades y síndromes, uno de ellos es la fragilidad. Se trata de un síndrome clínico-biológico caracterizado por una disminución de la resistencia y de las reservas fisiológicas del adulto mayor ante situaciones estresantes, a consecuencias del acumulativo desgaste de los sistemas fisiológicos, causando mayor riesgo de sufrir efectos adversos para la salud como: caídas, discapacidad, hospitalización, institucionalización y muerte.
La prevalencia reportada oscila entre un 7 y un 12 % en la población mayor de 65 años. Disminuir estas cifras es uno de los objetivos de Advantage, una serie de acciones conjuntas de los Estados Miembro de la Unión Europea que se espera que contribuyan a resolver problemas a nivel europeo y tengan un mayor impacto que las actividades nacionales únicas, especialmente a nivel de formulación de políticas.
Entre un 7 y un 12 % en la población mayor de 65 años sufre fragilidad
La unión de los diferentes socios tendrá como resultado un documento titulado ‘Enfoque de prevención de la fragilidad’, un modelo europeo común para abordar la fragilidad e indicar lo que debe priorizarse en los próximos años a nivel europeo, nacional y regional y en el que basar un enfoque de gestión común de las personas frágiles o en riesgo de desarrollar fragilidad en la Unión Europea.
A nivel individual también se pueden llevar a cabo varias acciones que retrasan la aparición de este síndrome como son una correcta nutrición o la práctica de ejercicio físico pueden ayudar a retrasar el inicio o controlar la fragilidad a nivel individual. Cada uno de estos factores será analizado cuidadosamente.
En materia de prevención, se identificará, a nivel individual, social y ambiental, lo que puede ayudar o dañar a las personas, que son frágiles o en riesgo de fragilidad. Se tomarán en consideración aspectos como la comunicación, las desigualdades sociales, las condiciones de trabajo, el género y las condiciones de vida. Se identificarán ejemplos positivos, factores de éxito clave comunes y la edad adecuada para comenzar la prevención de la fragilidad.
Para la gestión clínica se analizarán factores de éxito clave comunes para ayudar a construir el plan óptimo de gestión clínica. El objetivo es mejorar la coordinación del tratamiento clínico y la atención centrada en el paciente, así como garantizar una atención sanitaria integral. Esto debería reducir la colocación en hogares de ancianos, la hospitalización, la duración de la estancia hospitalaria y los costos, y mejorar la satisfacción de los pacientes.
El objetivo es mejorar la coordinación del tratamiento clínico y la atención centrada en el paciente
Igualmente se analizará los riesgos de una dieta inadecuada en entornos de atención primaria, hospitales, clínicas y servicios comunitarios para personas mayores, aumentando el riesgo de aparición o empeoramiento de la fragilidad a nivel individual. . Más adelante, se identificará los ejemplos de buenas prácticas en los Estados Miembro participantes sobre los determinantes de las dietas (nutrición) como prevención primaria de la fragilidad y sobre los requisitos dietéticos especiales para enfermedades crónicas. También identificará los métodos e indicadores de pre-fragilidad relacionados con la nutrición que podrían usarse en entornos de atención primaria de salud y / o actividades de promoción de la salud.
En el ámbito del ejercicio físico, se desarrollará un enfoque integral para la actividad física entre el envejecimiento de la población. El producto final serán pautas que contengan sugerencias relevantes para formuladores de políticas, profesionales e instituciones de capacitación, que contendrán una serie de posibles intervenciones de alto impacto y sugerencias sobre actividad física para el envejecimiento de la población.