En el mundo hay aproximadamente unas 264 millones de personas que padecen depresión, siendo una de las principales causa de discapacidad. Un entorno laboral negativo puede causar problemas psíquicos, entre ellos esta patología.
Hay muchos factores del entorno laboral que pueden afectar a la salud mental. En la mayoría de los casos, los riesgos que conllevan se deben a una interacción inadecuada entre el tipo de trabajo, el entorno organizativo y directivo, las aptitudes y competencias del personal y las facilidades que se ofrecen a este para realizar su trabajo.
La salud mental de los trabajadores se ve afectada principalmente por unas políticas inadecuadas de seguridad y protección de la salud
Por ejemplo, puede ocurrir que una persona tenga las aptitudes necesarias para llevar a cabo sus tareas pero no disponga de suficientes recursos o no reciba el apoyo que necesita debido a las prácticas de gestión y administración de la empresa.
La salud mental de los trabajadores se ve afectada principalmente por unas políticas inadecuadas de seguridad y protección de la salud, unas prácticas ineficientes de gestión y comunicación, escaso poder de decisión del trabajador o ausencia de control de su área de trabajo, un bajo nivel de apoyo a los empleados, horarios de trabajo rígidos o falta de claridad en las áreas u objetivos organizativos.
Las empresas tienen la obligación de ayudar a sus empleados cuando estos sufren algún trastorno que perjudica a su salud mental. La flexibilidad horaria, la adaptación de las tareas asignadas a estas personas, la lucha contra las dinámicas negativas en el lugar de trabajo y la confidencialidad y facilitación de la comunicación con los cuadros directivos les pueden ayudar a continuar realizando su trabajo o reincorporarse al mismo.
Se ha demostrado que los tratamientos de base científica son beneficiosos para las personas que sufren depresión y otros trastornos mentales. Debido al estigma asociado con estos trastornos, los empresarios deben asegurarse de que las personas que los padecen cuentan con su apoyo, pueden pedir ayuda para continuar realizando o reanudar sus actividades y disponen de los recursos necesarios para hacer su trabajo.
BURNOUT O SÍNDROME DEL TRABAJADOR AGOTADO
La depresión no es la única enfermedad ligada al entorno laboral. La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó a finales de mayo el síndrome del trabajador agotado o ‘burnout’ en su Clasificación Internacional de Enfermedades.
Esta dolencia se refiere a un estado de agotamiento y fatiga constante que implica una falta de eficacia y rendimiento en el trabajador poco motivado, según explicó Tarik Jaserevic, portavoz de la OMS. Se caracteriza por tres elementos, un sentimiento de agotamiento, cinismo o pensamientos negativos y menor rendimiento profesional.