Lorena Aguirre Lavín | Madrid
Hasta un 3% de las mujeres españolas puede desarrollar un trastorno disfórico premenstrual, es decir, un cuadro psiquiátrico relacionado con la intensidad de los síntomas que aparecen con motivo de la menstruación, según comenta el jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General de Requena (Valencia), Ezequiel Pérez, a ConSalud.es.
Se trata de unos síntomas, que son más intensos que los que se observan con el síndrome premenstrual (SPM), y que suelen ser ansiedad, ataques de pánico, tristeza o problemas para dormir. Tal y como comenta este experto, su tratamiento pasa por la administración de psicofármacos o un tratamiento hormonal; además de unas pautas higiénico-dietéticas.
Y es que durante el periodo menstrual pueden aparecer hasta 100 síntomas relacionados con el llamado síndrome premenstrual. Durante estos días del mes, los niveles de estrógeno, producido por los ovarios, comienzan a aumentar y se producen manifestaciones físicas como aumento y dolor de mamas, distensión abdominal, y psicológicas, como apatía o tristeza.
Para lidiar con estos síntomas, este experto recomienda, entre otras cuestiones, una alimentación "sana" y "variada", "no sobrecargada en hidratos de carbono o grasas". Además de la práctica de ejercicio físico.
LA APARICIÓN Y DESAPARICIÓN DE LA MENSTRUACIÓN, ÉPOCAS CLAVES
La aparición de las menstruación también es una época clave. Se dan "cambios importantes a nivel físico" y en la modificación de la "psique". Y es que, entre otras cuestiones, aparece desarrollado el deseo sexual. Además, entre 8 y 10 meses después de la aparición de la primera regla, la mujer ya cuenta con posibilidades de que sus óvulos queden fecundados.
Durante el embarazo, también se van a producir "una gran cantidad de hormonas placentarias" que van a preparar a la mujer para el alumbramiento. Precisamente, en ese momento, la mujer puede llegar a experimentar depresión o tristeza.
Por último, durante la menopausia, se produce el cese de actividad ovárica, con síntomas como sofocos, sudores e insomnio. Además de sequedad vaginal, descolgamiento del suelo pélvico o incontiencia urinaria.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
Hasta un 3% de las mujeres españolas puede desarrollar un trastorno disfórico premenstrual, es decir, un cuadro psiquiátrico relacionado con la intensidad de los síntomas que aparecen con motivo de la menstruación, según comenta el jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General de Requena (Valencia), Ezequiel Pérez, a ConSalud.es.
Se trata de unos síntomas, que son más intensos que los que se observan con el síndrome premenstrual (SPM), y que suelen ser ansiedad, ataques de pánico, tristeza o problemas para dormir. Tal y como comenta este experto, su tratamiento pasa por la administración de psicofármacos o un tratamiento hormonal; además de unas pautas higiénico-dietéticas.
Y es que durante el periodo menstrual pueden aparecer hasta 100 síntomas relacionados con el llamado síndrome premenstrual. Durante estos días del mes, los niveles de estrógeno, producido por los ovarios, comienzan a aumentar y se producen manifestaciones físicas como aumento y dolor de mamas, distensión abdominal, y psicológicas, como apatía o tristeza.
Para lidiar con estos síntomas, este experto recomienda, entre otras cuestiones, una alimentación "sana" y "variada", "no sobrecargada en hidratos de carbono o grasas". Además de la práctica de ejercicio físico.
LA APARICIÓN Y DESAPARICIÓN DE LA MENSTRUACIÓN, ÉPOCAS CLAVES
La aparición de las menstruación también es una época clave. Se dan "cambios importantes a nivel físico" y en la modificación de la "psique". Y es que, entre otras cuestiones, aparece desarrollado el deseo sexual. Además, entre 8 y 10 meses después de la aparición de la primera regla, la mujer ya cuenta con posibilidades de que sus óvulos queden fecundados.
Durante el embarazo, también se van a producir "una gran cantidad de hormonas placentarias" que van a preparar a la mujer para el alumbramiento. Precisamente, en ese momento, la mujer puede llegar a experimentar depresión o tristeza.
Por último, durante la menopausia, se produce el cese de actividad ovárica, con síntomas como sofocos, sudores e insomnio. Además de sequedad vaginal, descolgamiento del suelo pélvico o incontiencia urinaria.
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