Un 20% de la población española cree que la hepatitis C se puede contraer con la tos

La falta de información de una enfermedad incrementa sus posibilidades de transmisión, además de la estigmatización de la misma. Es por ello que desde las instituciones se debe continuar trabajando en la divulgación de información acerca de cómo prevenir, diagnosticar y tratar a los pacientes con enfermedades estigmatizadas por la sociedad, como lo es la hepatitis C. A día de hoy, la hepatitis C es una de las enfermedades más desconocidas por la población.

Muestra de ello son los resultados del informe “Percepción social de la hepatitis C en España”. Se trata de un estudio que, promovido por la Fundación Más Que Ideas y la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (Fneth), se ha realizado para analizar el grado de conocimiento y las actitudes estigmatizadoras de la población acerca del virus de la hepatitis C.

Entre los datos extraídos del estudio, llama la atención que una tercera parte de la población nunca haya oído hablar de la hepatitis C, que el 20% no conozca que el hígado es el principal órgano afectado, así como que más del 40% de los encuestados no sepa o no crea que es posible su cura.

Respecto a su prevención, hay un gran desconocimiento de las vías de transmisión. Al menos una de cada cinco personas cree que puede contraer el virus de la hepatitis C a través de la tos, un estornudo o un beso, falsas creencias directamente relacionadas con actitudes estigmatizadoras asociadas a la enfermedad. Sin embargo, aunque la transmisión sexual es poco frecuente, un 70% no utiliza preservativo en todas sus relaciones sexuales, pese a que tres cuartas partes de los encuestados saben que de esta manera evitan el riesgo de contagio.

En cuanto al diagnóstico, sólo uno de cada cinco se ha realizado la prueba de la hepatitis C, y de ellos, casi dos terceras partes lo hizo por iniciativa de terceras personas. Pero es el aspecto de la estigmatización donde los resultados son más sorprendentes, ya que uno de cada cinco no contrataría a una persona con hepatitis C, siendo este el mismo porcentaje que no conviviría con una persona con esta enfermedad.

Por último, el estudio manifiesta la importancia de implementar acciones que propicien una mayor visibilidad y conocimiento de esta enfermedad y un uso más apropiado del lenguaje y de los mensajes que se transmiten desde los diferentes estamentos sociales.


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