Las autoridades de Uganda han elevado a nueve el número de casos de ébola confirmados en el país a causa del nuevo brote declarado el 30 de enero, que hasta la fecha deja un fallecido, al tiempo que han insistido en que la situación "está bajo control".
El director de Servicios Sanitarios del Ministerio de Sanidad ugandés, Charles Olaro, ha afirmado que "hasta ahora hay nueve casos confirmados". "Desafortunadamente, el primero de ellos falleció a causa de la enfermedad", ha agregado.
"Los otros ocho casos confirmados reciben tratamiento médico y están estables", ha dicho, antes de especificar que siete de ellos están en el Hospital Mulago, mientras que otro está en el Hospital Regional Mbale, según ha informado el diario ugandés 'Daily Monitor'.
"Para contener la propagación del virus, el ministerio ha incrementado los esfuerzos de vigilancia, intensificado la comunicación de riesgos de salud pública y fortalecido los esfuerzos de interacción con las comunidades"
En este sentido, ha recalcado que un total de 265 contactos están en cuarentena y ha agregado que "para contener la propagación del virus, el ministerio ha incrementado los esfuerzos de vigilancia, intensificado la comunicación de riesgos de salud pública y fortalecido los esfuerzos de interacción con las comunidades".
"La situación está bajo control y el país sigue siendo seguro, sin restricciones de viaje", ha manifestado Olaro. "Pedimos a la población que permanezca atenta y que informe de cualquier persona que muestre síntomas consistentes con el ébola ante el hospital más cercano", ha zanjado.
Tras la declaración del brote, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que estaba "movilizando esfuerzos para apoyar a las autoridades sanitarias" de Uganda para "contener y poner fin rápidamente al brote", al tiempo que precisó que se trata de la variante Sudán del virus, menos contagiosa pero sin vacuna.
El organismo destaca en su página web que el ébola "es una enfermedad rara pero grave, y a menudo letal" y afirma que la tasa de mortalidad media se sitúa en torno al 50 por ciento, con oscilaciones entre el 25 y el 90 por ciento en brotes anteriores, "dependiendo de las circunstancias y de la respuesta".