La Unión Europea pone en marcha la prohibición sobre el tabaco calentado aromatizado

Los gobiernos disponen hasta octubre del próximo año para aplicar la restricción en la venta de productos de esta modalidad de tabaco con el fin de dar margen para que se agoten las actuales existencias

Prohibición tabaco

Un informe del Ministerio de Sanidad del 20 de junio de 2022, "Productos de tabaco por calentamiento: Consideraciones de tipo sanitario y legal", ya alertaban de la creciente aparición en el mercado de nuevos productos de tabaco por calentamiento, que se calientan a elevada temperatura, y que presentan algunas características diferentes de los cigarrillos convencionales. "Estos productos parecen estar experimentando una rápida evolución, fruto de una agresiva estrategia de comunicación realizada por la industria del tabaco, la cual ha sido denunciada a nivel internacional y nacional", advertía el informe.

Fruto de esta inquietud llega esta nueva norma europea que prohíbe la venta de productos de tabaco calentado aromatizado ha entrado en vigor este pasado miércoles 23 de noviembre, si bien los gobiernos tienen hasta octubre del próximo año para aplicar las nuevas reglas en su legislación nacional con el fin de dar margen a que se agoten las existencias ya colocadas en el mercado comunitario.

"Gracias a la prohibición, nuestros ciudadanos, y en particular los jóvenes, estarán mejor protegidos de los efectos nocivos de estos productos. Esto nos acerca un paso más a una generación libre de tabaco", ha declarado la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, en un comunicado para reaccionar a la entrada en vigor de la norma.

La prohibición contribuirá a alcanzar el objetivo del plan europeo de lucha contra el cáncer de crear una "generación sin tabaco"

La comisaria ha destacado que la revisión de las normas comunes "responde al aumento significativo de las ventas de estos productos del tabaco en toda la Unión Europea" y, según su prisma, contribuirá a alcanzar el objetivo del plan europeo de lucha contra el cáncer de crear una "generación sin tabaco", en la que menos del 5% de la población consuma tabaco en el horizonte de 2040.

"El tabaco causa el 90% de los cánceres de pulmón. Es fundamental tomar una posición firme para reducir el consumo de tabaco, especialmente porque estamos presenciando una introducción continua de nuevos productos en el mercado", ha remachado.

A partir de esta fecha, los Estados miembro disponen ahora de ocho meses para transponer la directiva europea a sus respectivas legislaciones nacionales. Las nuevas normas serán plenamente aplicables a partir del 23 de octubre de 2023, tras el final de un período de transición de tres meses, estipulado con el fin de agotar las existencias actuales de productos de tabaco calentado aromatizado.

COMPARACIÓN CON EL TABACO CONVENCIONAL

El tabaco calentado se trata de un producto relativamente reciente, debido a ello, no son muchos los estudios que se han llevado a cabo sobre sus efectos en la salud o sus repercusiones a largo plazo en los consumidores. Sin embargo, recientemente han aparecido diferentes estudios independientes centrados en la toxicidad de estos derivados del tabaco. Los resultados obtenidos reflejan que, en cuanto a la toxicidad de su composición, los PTC son similares a un cigarrillo convencional. No en vano, están compuestos por hojas de tabaco, con su correspondiente presencia de nicotina; sustancia caracterizada por su alta toxicidad y capacidad adictiva. 

Existe la imposibilidad de asegurar que los PTC sean menos perjudiciales que el tabaco tradicional

Asimismo, la Unión Europea refleja que existen en torno a 600 aditivos utilizados actualmente en productos de tabaco, entre los cuales encontraríamos, por ejemplo, metales pesados como el titanio (usado como colorante) o el hierro. De igual manera, se ha constatado la presencia de gomas y humectantes utilizados para la fabricación de estos PTC. En términos generales, se puede afirmar que esta modalidad de tabaco implica cientos de excipientes que pueden resultar tóxicos en exposición a la combustión o sin ella.

Probada su evidente incidencia dañina en la salud de los productos de tabaco calentado, resulta justo admitir también que, la disparidad de datos y la ausencia de un mayor grueso de estudios, existe la imposibilidad de asegurar que los PTC sean menos perjudiciales que el tabaco tradicional.

 

 

 

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