Durante las últimas dos décadas se han logrado notables avances en la lucha contra la tubercolosis (TB) y así lo ha confirmado la Organización Mundial de la Salud de la Región Europea (OMS Europa), declarando que desde el año 2012 la tendencia ha sido descendente y se ha producido una disminución acumulada del 52 por ciento, sin embargo advierten que aún quedan “necesidades insatisfechas”.
“necesidades insatisfechas, brechas de tratamiento y seguridad de suministro vulnerable, particularmente en lo que respecta al acceso a medicamentos contra la tuberculosis en países con baja prevalencia"
Expertos de la organización determinan que estos datos esperanzadores se ven ensombrecidos por desafíos inminentes que amenazan con deshacer cualquier avance logrado. Además avisan de “necesidades insatisfechas, brechas de tratamiento y seguridad de suministro vulnerable, particularmente en lo que respecta al acceso a medicamentos contra la tuberculosis en países con baja prevalencia". En este sentido, las barreras legales, financieras y regulatorias juegan un importante papel como obstáculo para el acceso a suministros globales alternativos, lo que exige una cooperación inmediata y una visión renovada para la eliminación de la tuberculosis en la Región.
"Nuestra Región se encuentra en una encrucijada, con la oportunidad de liderar el mundo en la demostración de la viabilidad de la eliminación de la tuberculosis, pero solo si aborda los problemas críticos que afectan el suministro de medicamentos contra la tuberculosis", ha afirmado la directora de Políticas Nacionales de Salud y Systems en la OMS/Europa, y una de las coautoras del estudio, la doctora Natasha Azzopardi-Muscat.
A pesar del progreso en el control de la tuberculosis, la Región Europea enfrenta desafíos considerables en el control de la tuberculosis, y la OMS se ha unido a otros socios como la Unión Europea (UE) y redes regionales de médicos y organizaciones de pacientes para plantear preocupaciones sobre el estado actual del control.
Asimismo, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ha emitido recientemente una advertencia de que los países de la UE no están cumpliendo su objetivo de poner fin a la epidemia de tuberculosis para 2030. La disminución de los casos de tuberculosis, particularmente en los países con baja incidencia, plantea una amenaza creciente a los incentivos comerciales para el suministro de tratamientos contra la tuberculosis.
El Servicio Mundial de Medicamentos (GDF, por sus siglas en inglés), una iniciativa de salud mundial respaldada por donantes, ha negociado con éxito reducciones de precios e introducido nuevos productos contra la tuberculosis. Sin embargo, estos suelen apuntar a países de ingresos bajos y medios, lo que deja a los países de ingresos altos, incluidos los de la UE, con un acceso limitado a los productos del GDF. Esta desigualdad genera preocupación sobre la sostenibilidad del control de la tuberculosis en toda la Región. Esto se traduce en desafíos concretos para los pacientes que cruzan fronteras, especialmente durante las emergencias. Por ejemplo, cuando los pacientes ucranianos con tuberculosis buscaron refugio de la guerra en países de la UE, a menudo no pudieron mantener la continuidad de su tratamiento.
BRECHAS DE TRATAMIENTO EN LOS PAÍSES DE INGRESOS ALTOS
Por otro lado, la OMS Europa ha incidido en que existen "brechas de tratamiento y necesidades insatisfechas preocupantes" en los países de ingresos altos, y que, por tanto, los niños con tuberculosis, aquellos con tuberculosis latente y los pacientes con tuberculosis multirresistente (MDR-TB) se ven particularmente afectados. Así, han asegurado que "los altos precios, las brechas de productos y las vulnerabilidades de la oferta plantean desafíos importantes" y que "los países más pequeños de la región y aquellos que están dejando de recibir apoyo de los donantes enfrentan las luchas más importantes".