La trombosis venosa profunda, alto riesgo de amputaciones y tercera causa de muerte cardiovascular

Afecta a 100 de cada 100.000 habitantes y puede llegar a causar la muerte o la amputación en los casos más severos.

Trombosis venosa profunda (TVP)  (Foto: SERVI)
Trombosis venosa profunda (TVP) (Foto: SERVI)
CS
11 octubre 2024 | 13:10 h
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La trombosis venosa profunda (TVP) consiste en la formación de coágulos de sangre en las venas profundas, mayormente en las extremidades inferiores, aunque también puede afectar otras zonas como el cuello, los brazos, el abdomen o la pelvis. Se estima que cada año, entre 50 y 100 personas de cada 100.000 desarrollan su primer caso de TVP en las piernas. Esta enfermedad, junto con el embolismo pulmonar, conforma la tercera causa de muerte cardiovascular en España, después del infarto de miocardio y el ictus.

Entre las personas con mayor riesgo de desarrollar TVP se encuentran aquellas que han permanecido inmovilizadas durante mucho tiempo, pacientes sometidos a cirugía o traumatismos y pacientes con cáncer, enfermedades autoinmunes o sanguíneas.

Si no se trata a tiempo, los coágulos pueden llegar a taponar el pulmón, produciendo un embolismo pulmonar, que es una complicación extremadamente peligrosa

El doctor Jorge Cobos, de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI), explica que  la obstrucción de las venas en miembros inferiores "habitualmente produce inflamación, dolor y calor en la zona afectada”, por lo que si no se trata a tiempo, los coágulos pueden llegar a taponar el pulmón, produciendo un embolismo pulmonar, que es una complicación extremadamente peligrosa. 

RVI EN LOS CASOS MÁS GRAVES

El tratamiento estándar que se aplica a todos los pacientes con trombosis venosa profunda son los fármacos anticoagulantes, que disuelven el coágulo y previenen la progresión y formación de más coágulos en las piernas. 

“El papel de los radiólogos vasculares e intervencionistas es fundamental en los casos más graves durante la fase aguda de la trombosis aspirando o deshaciendo los trombos con fármacos, restituyendo la circulación y evitando complicaciones”, afirma el doctor Cobos. 

Pacientes que no pueden recibir o no responden a los fármacos anticoagulantes, los radiólogos vasculares pueden implantar un filtro de vena cava

En el caso de pacientes con TVP extensa que afecte a las venas iliacas o a la vena cava, así como en aquellos pacientes con contraindicación para tomar fármacos anticoagulantes o cuando estos no son efectivos, una alternativa es la trombólisis con catéter. consiste en la inserción un catéter, mediante el uso de rayos X, en la vena de la pierna o del brazo, que se dirige hasta el sitio exacto en el que se encuentra el trombo.

Una vez allí, a través del catéter, se inyecta en el trombo una medicación específica para disolver el coágulo e, incluso, aspirarlo y extraerlo. Incluso en aquellos pacientes que no pueden recibir o no responden a los fármacos anticoagulantes, los radiólogos vasculares pueden implantar un filtro de vena cava, que consiste en la inserción por punción de una vena periférica, y mediante rayos X de una especie de stent con forma de paraguas que permite el paso de la sangre, pero impide el paso de los trombos hacia el pulmón.

“En otros casos también puede ser necesario tras una obstrucción crónica reabrir las venas de gran calibre, las del abdomen y la pelvis, mediante stents”, afirma el portavoz de la SERVEI. Esta técnica puede permitir recuperar el flujo venoso y mejorar la circulación en la zona afectada.

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