El síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAHS) es una enfermedad que cuenta con distintos tipos de tratamiento. Según se explica en la página informativa sobre apnea del sueño de Air Liquide Healthcare, "la terapia ayuda a controlar los síntomas, aunque en la mayoría de los casos deberá mantenerse durante toda la vida". No obstante, una terapia existosa puede mejorar todos los aspectos de la vida del paciente con apnea.
Uno de los tratamientos que reducen los síntomas de esta enfermedad, y es más habitual, es la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP). Los pacientes llevan una mascarilla mientras descansan por la noche que está conectada a un generador de flujo, proporcionando un suministro de aire continuo y manteniendo abiertas las vías respiratorias.
La CPAP reduce los ronquidos y el cansancio, así como el riesgo de sufrir complicaciones como enfermedades cardiovasculares
Sin embargo, el problema de la CPAP es que los pacientes no usan el equipo todas las noches o se quitan la mascarilla durante las horas nocturnas de descanso porque se sienten incómodos. Por ello, es muy importante conocer tres cuestiones clave acerca del tratamiento de CPAP:
¿Qué esperar después del tratamiento?
En la mayoría de los pacientes, la mejora de la apnea del sueño es casi inmediata, siempre y cuando sigan las instrucciones del médico. De hecho, es necesario tener en cuenta que se trata de una enfermedad crónica, y en muchos casos se requiere tratamiento de por vida.
¿Cómo se pueden aliviar los efectos secundarios?
Cuando la mascarilla de la CPAP no está bien ajustada, se producen los problemas más comunes de este tipo de terapia, por lo que es fundamental asegurarse de que está encajada correctamente. Ante esta situación, las personas con apnea del sueño pueden solicitar asistencia domiciliaria o pedir a su médico almohadillas blandas para reducir la irritación de la piel, almohadillas nasales para anular la incomodidad en la nariz y correas de barbilla para mantener la boca cerrada y disminuir la irritación de la garganta.
¿Cómo se lleva a cabo el mantenimiento del material?
Mantener limpio el equipo es primordial para obtener el mayor beneficio y la máxima comodidad, por lo que los pacientes no se deben olvidar de llevar a cabo dicha práctica. Los pasos principales son: limpiar la mascarilla, los tubos y la CPAP una vez a la semana, sustituir los filtros con regularidad, utilizar siempre agua destilada en el humidificador, usar jabón neutro para lavar los componentes de la mascarilla y, en caso de transportar la CPAP o viajar con ella, desconectar y vaciar el humidificador de la unidad para evitar que entre agua en el dispositivo.