Un tratamiento con células madre se muestra eficaz para evitar secuelas tras el ictus

Un equipo del Hospital Virgen del Rocío ha valado la terapia celular en 77 pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular

Tecnología ictus (Foto. Philips)
Tecnología ictus (Foto. Philips)

La terapia de céulas madres se está mostrando como una alternativa eficaz de tratamiento para diversas patologías que van más allá del funcionamiento de la médula ósea. Estudios prometedores están investigado su aplicación en enfermedades como el párkinson, diversas patologías cardíacas, tumores malignos, VIH y en accidentes cerebrovasculares o ictus. En este último casos, un equipo del Hospital Universitario Virgen del Rocío, del Virgen Macarena de Sevilla, Reina Sofía de Córdoba y Puerta del Mar de Cádiz ha demostrado la eficacia de este tratamiento en pacientes que han sufrido un ictus descapacitante moderado-grave.

Cada año se producem entre 110.000 y 120.000 casos de ictus en España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Se estima que el 25% de la población está en riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y que el porcentaje de incidencia seguirá incrementándose.

El grupo de pacientes que no sufría ninguna secuela discapacitante era un 10% mayor en el grupo que había obtenido la terapia

De los paciente que tienen un ictus, el 30% sufrira dependencia funcional o alguna secuela a nivel motor, de lenguaje, alteraciones cognitivas o de ánimo. Y al menos en el 15% de los casos el desenlace es la muerte.

AUMENTO DE PACIENTES SIN SECUELAS

El ensayo clínico, publicado en 'The Lancet Neurology', se ha probado con 77 pacientes con ictus que, aleatoriamente, han recibido tratamiento con células madre o tratamiento convencional del ictus. Las células madres eran autólogas, es decir, provenientes del propio paciente.

Los resultados del estudio reflejaron que estos tratamientos no tuvieron efectos adversos graves derivados del tratamiento, lo que demuestra su seguridad. Además, se constató que el grupo de pacientes que no sufría ninguna secuela discapacitante era un 10% mayor en el grupo que había obtenido la terapia frente al grupo de control. Tras un plazo de tres meses, los pacientes que recibieron la terapia con células mononucleadas de médula ósea sufrían una menor discapacidad y menor déficit neurológico. 

Ante estos datos, los investigadores están planificando la realización de un nuevo ensayo clínico fase III que permita confirmar estos hallazgos esperanzadores.

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