"El sueño es señal de vida y de inteligencia. Quien duerme bien es más feliz". Estas claras palabras del jefe de la unidad de Sueño de la OSI Araba Hospital Universitario de Álava, Carlos Egea, en una entrevista concedida a Consalud.es reflejan la importancia de un sueño correcto para la salud de las personas. La ausencia de sueño puede desencadenar graves problemas de la salud, consecuencias en la vida diaria y deterioro cognitivo a largo plazo. “Se considera que dificulta los procesos fisiológicos de consolidación de la memoria y plasticidad neuronal”, explicaba la Dra. Ana Fernández Arcos, neuróloga y coordinadora del Grupo de Estudio de Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Se trata de un problema de especial prevalencia en nuestro país. Según datos de la SEN, entre un 20 y un 48% de la población adulta española sufre dificultad para iniciar o mantener el sueño. Por tipología, el síndrome de las piernas inquietas afecta aproximadamente a un 5% de la población, siendo las personas mayores de 50 años las más propensas a sufrirlo; mientras que el síndrome de la apnea del sueño afecta a un 2-4% de la población, principalmente a varones adultos con sobrepeso y a mujeres que han pasado la menopausia. Al menos un 10% de los casos tiene un trastorno de sueño crónico y grave.
Miguel Ángel Lacueva (Asenarco): "Estamos viendo población más joven, adolescentes e incluso chicos en edad escolar”
En los últimos años, con la pandemia Covid-19, el uso de pantallas, los problemas de salud mental, la falta de higiene de sueño, pero también por una mayor sensibilización, los trastornos relacionados con el descanso cada vez se diagnostican más. “Los problemas del sueño eran casi invisibles hace unos años. Por entonces el perfil era una persona adulta, obesa, que realizaba poca actividad o roncadora, ahora esto ha cambiado. Estamos viendo población más joven, adolescentes e incluso chicos en edad escolar”, indica a este medio Miguel Ángel Lacueva, presidente de la Asociación Española del Sueño (Asenarco).
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), el 20% de los niños españoles tienen dificultades con el sueño a lo largo de su desarrollo. “El perfil está cambiando porque estos trastornos se están atajando más y mejor, algo necesario para que no se convierta en un problema de salud en nuestro país, pero es verdad que otros factores pueden estar influyendo. En general, creo que existe una falta de higiene del sueño”, añade Lacueva.
INFRADIAGNÓSTICO Y TRABAS EN EL ACCESO AL TRATAMIENTO
Tener una rutina de sueño, acostándose a las mismas horas, cenando ligero y no teniendo importantes preocupaciones psicológicas son las principales herramientas para asegurar un sueño correcto. Con todo, a veces los trastornos llegan y cuesta identificarlos. Miguel Ángel Lacueva lleva 16 años diagnosticado de apnea del sueño, pero calcula que sus problemas comenzaron muchos años atrás, cuando comenzó a trabajar en la década de los 80. “El problema es que los pacientes no somos conscientes hasta que los signos son más notorios. Notamos que nos levantamos agotados, durante el día estamos con menos energía, y con el tiempo tenemos lagunas de memoria a corto plazo o nos cuesta encontrar las palabras, pero lo achacamos al nivel de vida, a la situación laboral, social y familiar. Esto a veces confunde la problemática en sí del sueño, y tardamos en llegar a la consulta médica”, indica Lacueva. Tuvo dos sustos al volante por falta de sueño hasta que finalmente acudió al médico en 2006.
Una vez que consiguen acceder al diagnóstico comienza un tratamiento individualizado adaptado a cada paciente. Para el insomnio se utilizan terapias cognitivo conductual, en el caso de las apneas graves, terapia de presión de aire (también llamadas CPAP) que eliminan los problemas de sueño en el mismo momento en que se empieza con ella, y el síndrome de piernas inquietas (molestias en las piernas que obligan a la persona a moverse durante el atardecer o la noche) tiene tratamiento farmacológico. Con todo, los pacientes no siempre consideran que la atención es la adecuada.
“Pacientes con otros trastornos consideran que el arsenal terapéutico es escaso”
“Pacientes con otros trastornos consideran que el arsenal terapéutico es escaso”, explica Lacueva. Una situación que se refleja con tratamientos como las benzodiacepinas, que no siempre solucionan los problemas de los pacientes, principalmente en casos crónicos, y que generan tolerancia y dependencia. España es el país que más benzodiacepinas receta en el mundo. “En otros países se han incorporado unas moléculas que actúan de forma más específica en el insomnio, pero no ha llegado a nuestro país”, indica Lacueva.
También necesitan terapia psicológica, tras muchos años durmiendo tres, cuatro horas al día, sin poder recobrarse. Sin embargo, en muchos casos este acceso es muy limitado, por lo que la atención en España tendría que mejorarse. “Sería interesante y más sencillo para el paciente que se creara un servicio único que integrase a todas las especialidades que se ven involucradas en las problemáticas del suelo”, señala Lacueva. “También es necesario que se agilizaran las pruebas diagnósticas”, continúa.
En este sentido Asenarco pide que el Ministerio y las Comunidades Autónomas actúen para diagnosticar precozmente los casos y mejorar el abordaje de cada paciente. Una situación que parece que mejorará con el Plan sobre trastornos de sueño, una iniciativa aprobada en Congreso de Ministros, pero que desde la Asociación recuerdan que se debe actuar y no quedarse simplemente en el papel. “Estamos a su disposición para ayudar en todo lo que esté en nuestra mano para tomar decisiones en beneficio de los pacientes”, concluye Lacueva.