Desde hace unos años, existe un método que ha revolucionado el tratamiento del cáncer: la inmunoterapia. Esta técnica se basa en la utilización de sustancias producidas por el cuerpo o fabricadas por el laboratorio para mejorar o restaurar la función del sistema inmunitario. En este contexto, el tratamiento busca que el sistema inmunitario se enfrente a las células malignas como si lo estuviese haciendo contra unidades morfológicas infectadas por virus.
Sus mejores resultados han sido en tumores como el pulmonar o los melanomas, aunque también hay buenos resultados en leucemias. La evidencia científica está demostrando que una de las mejores opciones son las terapias CAR-T, un tratamiento en el que las unidades morfológicas del sistema inmunitario conocidas como células T, se modifican en laboratorio para que ataquen a las cancerosas. Para ello, los especialistas añaden el receptor de antígeno quimérico (CAR, por sus siglas en inglés chimeric antigen receptor) con el propósito de que las citadas células T se adhieran a las malignas y las destruyan.
Los mejores resultados de la inmunoterapia han sido en tumores como el pulmonar o los melanomas, aunque también hay buenos resultados en leucemias
Consciente de su importancia, el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha aprobado este jueves la primera versión del plan de abordaje de terapias avanzadas y, en concreto, para incorporar al sistema los medicamentos CAR-T.
La titular del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha puesto en valor que se ha propuesto "un modelo organizativo" para incorporar "de una forma ordenada" estas nuevas terapias. Así, ha insistido en la "noticia positiva" del acuerdo aprobado es que va a ser una introducción "programada, controlada y planificada".
"Desde el sistema público tenemos capacidad de afrontarlo"
De este modo, la ministra ha evitado esta semana pronunciarse directamente sobre las quejas que le han transmitido algunos consejeros autonómicos, quienes le pedían una "mayor reflexión" para concretar un modelo concreto que garantice su financiación. Algunos representantes sanitarios incluso han evaluado en "cerca de los 500.000 euros" el coste global de los tratamientos por pacientes.
Por otra parte, Carcedo ha resaltado que la incorporación de estas terapias "no debe quedar al albur de los mercados y que el sistema tenga que dar respuesta a unos precios que sean inasumibles". En este sentido, ha defendido que van a afrontar "esta realidad como un activo de investigación pública". Así, ha asegurado que "desde el sistema público tenemos capacidad de afrontarlo".