Hoy cumple 35 años el primer bebé que nació en España gracias a la fecundación in vitro (FIV), Victoria Anna. Su nacimiento, al igual que el de Louise Brown y el de todos los niños que fueron concebidos a través de esta técnica, fue un hito para la ciencia y abrió una puerta a la esperanza para muchas mujeres y familias con problemas de fertilidad.
En España, además, marcó un antes y un después, ya que fue el paso definitivo para impulsar el avance y desarrollo de la medicina de la reproducción.
La madre tenía un problema de obstrucción en las trompas de Falopio que dificultaba el embarazo, pero una vez que se quedó embarazada, ''la evolución del embarazo fue completamente normal, aunque realizábamos controles exhaustivos cada tres días'', ha puntualizado el doctor Pedro N. Barri, que junto con la doctora Anna Veiga y un equipo de especialistas del centro Dexeus Mujer fueron los autores del logro, y los primeros en aplicar la FIV con éxito en España e introducir esta técnica en nuestro país.
Hoy en día la FIV se ha convertido en una práctica común y prácticamente tan popular como cualquier otra intervención médica
En este sentido, hoy en día la FIV se ha convertido en una práctica común y prácticamente tan popular como cualquier otra intervención médica. Se calcula que el número de bebés que han nacido a través de ella supera los 8 millones en todo el mundo, y en España, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), un 8% de todos los niños que nacen lo hacen con la ayuda de la reproducción asistida. Pero desde 1984, y tanto en España como en el resto del mundo, el perfil de las pacientes, los motivos por los que recurren a la ayuda de la reproducción asistida y las técnicas utilizadas han experimentado un cambio radical.
LOS CAMBIOS MÁS SIGNIFICATIVOS
''Cuando empezamos, la mayoría de las mujeres tratadas estaban casadas o vivían en pareja, mientras que actualmente el perfil mayoritario de las pacientes de reproducción asistida son mujeres de edad avanzada, así como mujeres solas o sin pareja masculina y homosexuales que recurren a la fecundación in vitro para crear una familia, lo que ha dado paso a nuevos modelos muy diferentes al concepto tradicional'', ha explicado la doctora.
La legislación española, además, es mucho menos restrictiva que en otros países y permite la preservación por motivos sociales y la donación de óvulos de forma anónima, lo que también ha favorecido el llamado ''turismo'' reproductivo. La edad media de las pacientes de reproducción asistida de nuestro centro ha pasado de 35 a 39 años, y más de la mitad tienen más de 40 años o más.
Según los últimos datos facilitados por la SEF, y correspondientes al año 2016, fueron gemelares el 17% de los embarazos por FIV con óvulos propios, y el 20% de los embarazos por FIV con óvulos de donante
Por otro lado, según los datos del centro Dexeus Mujer, relativos al año 2018, en un 40% de los casos, las causas por las que se recurre a las técnicas de reproducción asistida son factores de origen femenino: fallo ovárico oculto (15%), endometriosis (12,3%) y deseo de maternidad por parte de mujeres sin pareja (8%), entre otras. En el resto, el origen es masculino (problemas de movilidad, concentración o cantidad de esperma), o mixto (afectan a los dos miembros de la pareja).
A su vez, los embarazos múltiples y los partos prematuros, que eran los mayores riesgos en 1984, se han reducido muy significativamente en el centro Dexeus Mujer consiguiendo que en la gran mayoría de los casos se transfiera un solo embrión.
Según los últimos datos facilitados por la SEF, y correspondientes al año 2016, fueron gemelares el 17% de los embarazos por FIV con óvulos propios, y el 20% de los embarazos por FIV con óvulos de donante. Esto significa un descenso del 2% y del 3% respecto a 2015 y del 5 y del 8% respectivamente en los últimos diez años. Además, las mejores técnicas en los sistemas de cultivo, evaluación embrionaria y vitrificación de óvulos y embriones, así como la concienciación del riesgo que comportan los embarazos múltiples ha favorecido este descenso.
Otro aspecto destacado de los últimos años es el aumento de los tratamientos de FIV con embriones criopreservados, que en los últimos diez años ha pasado de un 4% a un 22%
Otro aspecto destacado de los últimos años es el aumento de los tratamientos de FIV con embriones criopreservados, que en los últimos diez años ha pasado de un 4% a un 22%. Este hecho se debe al desarrollo de técnicas como la vitrificación, que permite congelar gametos y embriones de forma muy rápida para evitar la formación de cristales, preservando su calidad. Ello ha favorecido una tendencia global a congelar todos los embriones viables del ciclo de FIV para transferirlos de uno a uno, preferiblemente, en un ciclo posterior, lo que permite descansar a la mujer de la medicación, preparar mejor el útero para la implantación y reducir los riesgos de la hiperestimulación ovárica.
Asimismo, las tasas de éxito (tratamientos que finalizan con bebé nacido) han mejorado de forma significativa, y de un 15% inicial, han pasado a un 35-45% para FIV/ICSI si el tratamiento se realiza con óvulos propios, y superan el 50% en los casos de ovodonación, alcanzándose tasas acumuladas de hasta un 80-90%.
También ha crecido progresivamente el número de mujeres que requieren óvulos de donante: en el centro Dexeus Mujer suponen más de un 30% de las FIV, así como el de las que deciden preservar su fertilidad, que actualmente representan un 10% del total de los tratamientos de reproducción (TRA).