El cáncer de páncreas se posiciona como el noveno tumor con mayor índice de frecuencia en España con 7.765 diagnósticos nuevos. La tasa de supervivencia a los cinco años se sitúa por debajo del 10% y los pronósticos apuntan a que para 2030 la incidencia de este tumor se incrementará hasta el 50%.
Estos datos han obligado a la comunidad científica a trabajar a marchas forzadas para avanzar en la búsqueda de nuevos tratamientos con los que combatir la enfermedad. Hablamos de una neoplasia que, desde el punto de vista genético, es muy compleja y resistente a la mayor parte de las terapias convencionales. Pero las últimas investigaciones realizadas en torno al cáncer de páncreas abren nuevas posibilidades.
El cáncer de páncreas “se ha caracterizado por responder mal a la quimioterapia convencional”
Con motivo de la celebración del Día Mundial Contra el Cáncer de Páncreas, la doctora Teresa Macarulla, oncóloga de la Unidad de Tumores Gastrointestinales del IOB Institute of Onchology en el Hospital Quirónsalud Barcelona, explica que el cáncer de páncreas “se ha caracterizado por responder mal a la quimioterapia convencional”.
“No obstante, en los últimos años hemos introducido nuevos tratamientos más activos que han permitido que los pacientes con esta patología vivan más tiempo y, aún más importante, con mucha mejor calidad de vida”.
En palabras de la doctora Macarulla, las investigaciones relacionadas con esta patología están orientadas a la personalización de los tratamientos. “Sabemos que el cáncer de páncreas es una enfermedad heterogenia y que todos los pacientes no son iguales molecularmente, por lo que un tratamiento personalizado permite un mayor porcentaje de éxito”.
Un ejemplo de esto lo encontramos en el estudio POLO. Una investigación en la que ha participado la especialista del IOB y que define como el “el primer estudio con terapia personalizada en cáncer de páncreas”.
Sus resultados han sido publicados recientemente en la prestigiosa revista "New England Journal of Medicine" y fueron presentados en el último Congreso Americano de Oncología Médica (ASCO, por sus siglas en inglés).
"En los últimos años la optimización de las técnicas quirúrgicas ha mejorado el pronóstico de los pacientes con cáncer de páncreas, pero hay que tener en cuenta que es la única opción radical y curativa para el cáncer de páncreas"
“El estudio POLO ha demostrado, en pacientes que tienen una mutación germinal de los genes BRCA1 o BRCA2 y que han presentado el tumor controlado tras una quimioterapia basada en platino, que el tratamiento con un fármaco inhibidor del PARP, olaparib, les para la enfermedad y les permite prescindir de la quimioterapia, con la mejoría de los efectos secundarios”. Y añade que “aproximadamente un 6-8% de los pacientes con cáncer de páncreas son portadores de esta mutación y se pueden beneficiar de este tratamiento”.
“El hecho de tener a nuestra disposición mejores esquemas de quimioterapia para tratar esta enfermedad ha permitido operar a pacientes que anteriormente se consideraban no resecables. También se utilizan mejores tratamientos complementarios a la cirugía –tratamiento adyuvante–, con lo que alcanzan la curación un porcentaje más alto de pacientes”.
La cirugía desempeña un papel fundamental a la hora de abordar esta patología. “En los últimos años la optimización de las técnicas quirúrgicas ha mejorado el pronóstico de los pacientes con cáncer de páncreas, pero hay que tener en cuenta que es la única opción radical y curativa para el cáncer de páncreas y solo está indicada cuando se considera que se podrá resecar todo el tumor. Para ello, es muy importante disponer de un comité multidisciplinar que aborde cada caso de manera concreta”.
“Solo hay un 10-15% de los pacientes con cáncer de páncreas que tengan una causa genética y para ellos existen programas de seguimiento específico para prevenirlo. En el resto de los casos se puede intentar reducir el riesgo llevando una vida sana, sin abusos del alcohol, sin tabaco y con una dieta mediterránea”, concluye sobre la prevención del cáncer de páncreas.