Los investigadores Javier Zamora y David Arroyo de la Unidad de Bioestadística Clínica del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Irycis) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) han participado en un estudio colaborativo internacional en el que se analizan los riesgos asociados con la prematuridad del recién nacido en diferentes evaluaciones cognitivas a corto y largo plazo en los niños.
Según los datos recogidos en este estudio, publicado en la revista British Journal of Obstetrics and Gynaecology, se debe hacer una llamada de atención a los proveedores de asistencia sanitaria y a los responsables de políticas sanitaria y educativas para que se considere que la prematuridad de los niños puede afectar a su desarrollo futuro y que estos problemas persisten durante los años escolares.
Se estima que cada año nacen unos 15 millones de niños prematuros en todo el mundo y cerca de 35.000 sólo en España (7,4 por cada 100 nacimientos). Entre las complicaciones más graves que pueden sufrir los niños a corto plazo se incluyen los problemas respiratorios, las infecciones y la hemorragia cerebral. Además, a largo plazo, estos niños tienen un mayor riesgo de padecer trastornos cognitivos, motores y de comportamiento.
Los resultados muestran que los niños prematuros tuvieron puntuaciones menores en una serie de evaluaciones cognitivas
Hay poca evidencia sobre los efectos de la prematuridad sobre el posterior desarrollo del niño, por lo que un grupo internacional de investigadores liderado por la Universidad Queen Mary de Londres en el que participan investigadores de España, Holanda, Canadá y Australia, llevaron a cabo una Revisión Sistemática y posterior meta-análisis que analizó las consecuencias asociadas a los distintos grados de prematuridad. Se evaluaron los efectos en el desarrollo cognitivo, motor, conductual y académico de los niños nacidos prematuros en comparación con otros niños nacidos a término.
El análisis realizado consideró 74 estudios de investigación publicados hasta la fecha que incluyeron un total de 64.061 niños nacidos entre 1980-2016, de los que se obtuvo información acerca de su desarrollo neurológico. Se compararon los niños prematuros extremos (<28 semanas), muy prematuros (28-33 semanas) y prematuros tardíos (34-36 semanas), con los niños nacidos a término (≥37 semanas) en diferentes etapas de su desarrollo: 2-4 años (edad preescolar), 4-11 años (primaria), 11-18 años (secundaria) y >18 años (educación superior).
Los investigadores Javier Zamora y David Arroyo, participantes de la investigación.
Los resultados muestran que los niños prematuros tuvieron puntuaciones menores en una serie de evaluaciones cognitivas como el cociente intelectual y en pruebas de habilidades motoras, habilidad lectora, ortográfica y rendimiento en matemáticas. La mayoría de estos efectos se mantuvo hasta la edad de secundaria. Además, los niños nacidos prematuros tuvieron el doble de probabilidades de ser diagnosticados de Trastornos de Déficit de Atención e Hiperactividad, y tuvieron menor rendimiento en tareas de memoria y velocidad de procesamiento comparado con los niños nacidos a término.
Cómo indica el doctor Javier Zamora, jefe de la Unidad de Bioestadística Clínica del Hospital Ramón y Cajal (Madrid), y autor de correspondencia del estudio: “Estos resultados ponen de relieve la necesidad crucial de que padres, cuidadores y docentes reconozcan la necesidad de apoyo en aspectos sociales, académicos y de comportamiento en las edades de la escuela primaria y secundaria para los niños nacidos pretérmino. El desarrollo general del niño depende del apoyo brindado para maximizar su potencial”.