Esta semana ha sido noticia el supuesto primer caso de ‘súpergonorrea’ registrado en Reino Unido. Se trata de un tipo de infección de transmisión sexual resistente a cualquier tratamiento antibiótico. Sin embargo, este caso no es excepcional. Los especialistas alertan desde hace años del problema de las bacterias superresistentes a este tipo de fármacos. En este momento, sin ir más lejos, el número de pacientes que mueren por infecciones a causa de bacterias multirresistentes en hospitales de países desarrollados como España es superior al de los fallecidos por accidentes de tráfico en carretera. De hecho, se trata de una estimación que puede hasta triplicarse.
Así de lo plantea el presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), José Miguel Cisneros a ConSalud.es. “Desafortunadamente estos pacientes no tienen rostro, en el sentido de que permanecen graves en los hospitales y no pueden salir a manifestarse”, lamenta para subrayar la necesidad de que esta problemática debe ser conocida de inmediato por toda la sociedad.
Actualmente España es el primer país del mundo en consumo de antibióticos y, como consecuencia, se encuentra a la cabeza de Europa en resistencias bacterianas
Lo afirmó la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2014 señalando a las resistencias antibacterianas como una de las mayores amenazas para la salud pública mundial. Antes la Unión Europea obligó a los Estados miembros a poner en marcha planes de mejora en lucha contra la resistencia a los antibióticos y en 2016 la Asamblea General de Naciones Unidas dedicó una reunión extraordinaria al problema con la presencia de ministros de Sanidad de todo el mundo, incluida la española Dolors Montserrat.
“Las estimaciones dicen que si seguimos así, en 2050, dentro de 32 años, el número de muertos por infecciones por bacterias multirresistentes superará al cáncer y se estima que un millón de europeos morirán cada año”, advierte el doctor Cisneros, quien no duda en afirmar que “estamos en riesgo de volver a la era preantibiótica, es un problema real”.
A pesar de las alertas de los especialistas, las administraciones sanitarias no actúan en consecuencia. “En España el Plan de Lucha contra la Resistencia a los Antibióticos que se puso en marcha en 2014 no tiene presupuesto. Es un plan estupendo, bien concebido, pero no tiene financiación”, destaca el presidente de Seimc. Actualmente España es el primer país del mundo en consumo de antibióticos y, como consecuencia, se encuentra a la cabeza de Europa en resistencias bacterianas.