Médicos antivacunas a golpe de click, un riesgo para la salud

Centran sus ponencias en los efectos adversos de las vacunas y afirman que pueden llegar a causar autismo en niños. Las asociaciones científicas lo desmienten.

Los movimientos antivacunas forman parte de la pseudociencia de que alertan profesionales y pacientes
24 diciembre 2017 | 00:00 h

El movimiento antivacunas ha encontrado en Internet una herramienta eficaz para difundir su mensaje a través de discursos basados en supuestos efectos adversos de las vacunas. Licenciados en Medicina que lideran determinadas asociaciones contra la vacunación ofrecen ponencias en las que llegan a afirmar que algunos niños padecen autismo tras haber sido vacunados contra determinadas enfermedades.

Xavier Uriarte y Belén Igual son dos ejemplos de facultativos abanderados de este movimiento. Sus ponencias en la feria internacional de productos ecológicos y consumo responsable celebrada el pasado mes de noviembre en Madrid están a disposición de cualquier usuario en plataformas como Youtube y en ellas subrayan la idea de que las vacunas contra determinadas infecciones pueden generar en los pacientes esos mismos virus.

Las vacunas protegen a los niños contra enfermedades que pueden ser graves e incluso mortales e impiden la transmisión de las mismas a otros niños de su entorno

Uriarte, autor de varios libros sobre distintas enfermedades, sostiene en su discurso que “de 10 personas que se vacunan contra la varicela, siete la pasarán”, o que “de cada cinco o seis personas vacunadas contra el sarampión, pasan el sarampión”. Por su parte, Belén Igual comienza su intervención denunciando que los médicos al acabar la carrera “no tenemos ni idea de que los efectos adversos de las vacunas puedan ser ciertos”.

LAS VACUNAS NO CAUSAN AUTISMO

En el caso de esta supuesta especialista, informa del conocimiento de niños que han desarrollado autismo a consecuencia de ser vacunados basándose en supuestos estudios que en los últimos años han sido desmentidos sistemáticamente incluso por sociedades científicas.

El pasado mes de junio la Confederación Autismo España difundió una nota de prensa en la que desmentía esta información “en los últimos años se han llevado a cabo muchas investigaciones para determinar si existe alguna relación entre la vacunación y una mayor prevalencia de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA). Los estudios se han centrado especialmente en los posibles efectos de la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubeola) y en aquellas que han utilizado el componente timerosal como conservante. Después del desarrollo de numerosos trabajos de investigación a gran escala y a nivel internacional, actualmente la comunidad médica y científica de todo el mundo apoya de forma unánime la conclusión de que no existe evidencia que relacione la vacunación y el desarrollo de los TEA”.

Por su parte, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) informa de que las vacunas protegen a los niños contra enfermedades que pueden ser graves e incluso mortales e impiden la transmisión de las mismas a otros niños de su entorno. “Son seguras y efectivas”, subrayan.

Asimismo, destacan que los movimientos antivacunas suelen dar el argumento de que muchas vacunas producirían una sobrecarga inmunitaria que puede debilitar al niño. Pero hay estudios que demuestran que las vacunas incluso múltiples y combinadas no debilitan el sistema inmunológico ni comprometen su función.

“A pesar del incremento en el número de vacunaciones en las últimas décadas, las actuales vacunas tienen muchísima menos carga antigénica que hace 30 años. En cualquier caso, los virus, bacterias, patógenos y miles de antígenos a los que los niños se ven expuestos de forma natural cada año, es mucho mayor al número de antígenos a los que se enfrentan con las vacunas”, dicen desde la AEPap.

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