El consumo de tabaco, alcohol, drogas, las conductas sexuales de riesgo e infecciones de transmisión sexual o los problemas de salud mental son conductas prevenibles y abordables desde el ámbito sanitario. “El abordaje de estos problemas en una sesión científica facilita herramientas a los profesionales sanitarios que tratamos con el adolescente”, ha asegurado la pediatra María Garcés, investigadora del Área de Vacunas de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio), durante la decimotercera sesión Vac Talk organizada por GSK ‘Hablemos de prevención’ que ha tenido lugar en Valencia como una de las actividades del curso de formación de la Sociedad Valenciana de Pediatria (SVP).
En esta ocasión, una de las ponencias de la sesión científica abordó la prevención de las infecciones de transmisión sexual (ITS). Exactamente, fue el profesor asociado de Pediatría de la Universidad Jaime I Miguel Ángel Cabañero, quien dio la charla el ‘Papel del pediatra en la prevención de las ITS’.
“Para prevenir estas enfermedades, los adolescentes necesitan apoyo y ayuda de los adultos, padres y educadores, en todo lo que se refiere a educación sexual"
Según la doctora Garcés, hasta hace pocos años, el abordaje de la prevención en el adolescente no estaba contemplado en la cartera de servicios de los centros de Atención Primaria (AP). Sin embargo, en palabras de la facultativa, la situación “ha ido mejorando en los últimos años y la concienciación por parte de las autoridades sanitarias es mayor”.
Tras este mensaje, se resaltó que existe la necesidad de más profesionales con adecuada formación y experiencia para que la atención en este terreno pueda realizarse de forma apropiada y coordinada. En este sentido, la facultativa ha asegurado que, en la mayoría de los casos, el pediatra es el referente de salud para el adolescente porque lo conoce prácticamente desde su nacimiento y ha generado confianza a lo largo de los años. Por este motivo, Garcés ha promovido que desde la consulta de Pediatría se comience la educación sexual y se hable de los riesgos de las ITS con los jóvenes, eso sí; siempre contando con la colaboración de los padres.
“Para prevenir estas enfermedades, los adolescentes necesitan apoyo y ayuda de los adultos, padres y educadores, en todo lo que se refiere a educación sexual e información para evitar conductas de alto riesgo en las relaciones sexuales. De hecho, los jóvenes entre 15 y 24 años representan el 50% de las personas que son diagnosticadas de ITS cada año y un 25% de ellos son portadores del virus del papiloma humano (VPH). Solo a través de la educación precoz podremos tener adolescentes informados y conseguir reducir las cifras de ITS”.