Rumanía fue el país que dio la voz de alarma ante el incremento considerable de casos de sarampión durante este año. De hecho, según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, este país ha sufrido más de dos tercios de los fallecimientos por esta enfermedad en la Unión Europea.
A pesar de que la vacuna para prevenir la patología es obligatoria, las pseudociencias y los movimientos anti-vacunas han provocado que las autoridades sanitarias de los Estados miembros tengan que tomar medidas al respecto.
De enero a septiembre de 2017 los casos de sarampión ascienden a más de 10.000 en comparación con los 3.805 del mismo periodo del año pasado
La Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que en los primeros nueve meses del año los casos han aumentado a más de 10.000 en comparación con los 3.805 registrados el año pasado. Después de Rumanía, Italia es otro de los países más afectados. Las muertes han pasado de 12 a 30 respecto al mismo periodo de 2016. Estos países cuentan con unas tasas de vacunación que giran en torno al 85%, mientras que las recomendaciones de la OMS la sitúan en el 95%.
En el caso de España también se han notificado casos de sarampión durante este año, pero la cobertura vacunal aquí alcanza hasta el 98%. De este modo, los expertos destacan la escasa probabilidad de que se produzcan situaciones parecidas a las que sufren estos meses otros países de la Unión Europea.
Sin embargo, los especialistas recomiendan no bajar la guardia, ya que las tasas de inmunización a nivel comunitario han descendido del 95% al 93% en los últimos cinco años, según datos de la OMS. La mayoría de los países tienen recomendaciones estándar sobre qué vacunas se deben ofrecer y a qué edades deben ser dadas. En general, las vacunas se recomiendan para el grupo de edad más joven en riesgo de desarrollar la enfermedad en cuestión y cuyos miembros son conocidos por responder a la inmunización sin efectos adversos.