El dolor es uno de los trastornos que más afecta y preocupa a usuarios y pacientes del Sistema Nacional de Salud (SNS). De hecho, es el síntoma más habitual que motiva una consulta médica y la frecuencia de dolor crónico en la población adulta de España es muy elevada. La evidencia epidemiológica, procedente en su mayoría de los países desarrollados, ha demostrado que es un problema generalizado de salud pública.
Entre el 15% y el 25% de los adultos lo padecen en un momento dado, una cifra que aumenta hasta el 50% en los mayores de 65 años. Según un estudio del que se hace eco un informe al respecto del Ministerio de Sanidad revela que un 30,9% de las consultas en atención primaria refieren al mismo, con un alto componente neuropático.
Los expertos señalan que a pesar de su incidencia y del interés médico del dolor crónico, es un problema infravalorado o tratado inadecuadamente
Los servicios asistenciales para la atención a las personas con este problema son creados con el propósito de atender al paciente que sufre, fundamentalmente, dolor crónico oncológico y no oncológico. Este tipo de servicios son heterogéneos, tanto en su origen como en su organización, cartera de servicios y profesionales que se integran en ellos. El abordaje deber ser multidisciplinar, puesto que sólo los programas integrales han demostrado su eficacia y costo-efectividad.
La Unidad de Tratamiento del Dolor (UTD) se define como una organización de profesionales de la salud que ofrece asistencia multidisciplinar, que cumple con los requisitos funcionales, estructurales y organizativos que garantizan condiciones de seguridad, calidad y eficiencia adecuadas para atender al paciente que requiera asistencia especializada.
Según el doctor de la Unidad del Dolor del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, José Luis de la Calle, en España “hay suficientes unidades del dolor”, aunque reconoce que “siempre es deseable tener más recursos, como es lógico”. Los expertos sostienen que a pesar de la magnitud del problema y del interés médico, científico y social que supone la atención y el tratamiento de estos pacientes, éste es un problema infravalorado o tratado inadecuadamente.
Este especialista trabaja en uno de los centros de referencia en el abordaje del dolor. El Hospital Ramón y Cajal de Madrid fue distinguido en 2015 con un premio a la mejor investigación por un trabajo experimental en animales sobre "una potencial diana terapéutica en el tratamiento del dolor neuropático", caracterizado por su complejidad a la hora de establecer un tratamiento.