Capaces de conseguir remisiones completas en el 40% de pacientes que hasta ahora tenían cánceres incurables que no respondían a ningún tratamiento, las terapias CAR-T han supuesto una revolución en el tratamiento oncológico que, no obstante, no es accesible para la inmensa mayoría de los pacientes. En el mundo apenas el 1% de las personas candidatas a esta terapia la reciben.
Una situación denunciada por el Dr. Felipe Prósper, de la Clínica Universidad de Navarra, en un vídeo transmitido por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), y que genera frustración a profesionales y pacientes. “Los pacientes que llegan a este punto de necesitar ser tratados con CAR-T ya han fracasado a los tratamientos existentes y es su única opción, el negarles el tratamiento es una condena de muerte”, denuncia a ConSalud.es Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes contra el Cáncer (GEPAC).
Tratamientos que han sido aprobados hace años en Europa no han llegado a España
El pasado 5 de diciembre Barragán envió a la ministra de Sanidad, Mónica García, una carta en la que reflejaba su preocupación por las demoras en las aprobaciones de los tratamientos y pruebas diagnósticas, las restricciones de indicaciones aprobadas por la EMA o la no financiación de muchos tratamientos. Como exponía la misiva, tratamientos que han sido aprobados hace años en Europa no han llegado a España como las terapias CAR-T para linfoma folicular en cuarta línea, leucemia linfoblástica aguda y mieloma múltiple. Tratamientos que están mostrando en vida real importantes resultados.
GRANDES AVANCES…
Pacientes con linfoma en los que la respuesta completa a los tratamientos anteriores estaba por debajo del 10% alcanza remisiones completas entorno al 35-40%. Las terapias CAR-T en patologías como el linfoma difuso de células B han demostrado mayor eficacia que el trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos en pacientes refractarios al tratamiento de primera línea o que recaen precozmente.
Como destacó el Dr. Prósper durante la reunión nacional de conclusiones del 65º Congreso Anual de la Asociación Americana de Hematología, organizada por la SEHH, se han realizado importantes avances como “la consolidación de los resultados de esta terapia avanzada en mieloma múltiple y linfomas, las nuevas aplicaciones de este tratamiento frente a enfermedades autoinmunes, como el lupus, y linfomas y dos leucemias T con CAR alogénicos (procedentes de otro individuo distinto al que lo recibe) y la posibilidad de generar CAR 'in vivo' (directamente en el paciente)".
… QUE NO LLEGAN
Avances que no llegan. Como recuerda Barragán, desde el 5 de diciembre, cuando mandaron a la ministra de Sanidad, Mónica García, la carta sobre la situación del tratamiento del cáncer, apenas se han producido cambios. El pasado 13 de noviembre la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos propuso la financiación de las terapias de células CAR-T para linfoma de manto, 36 meses después de la aprobación por parte de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA por sus siglas en inglés).
“Los pacientes que requieren estos tratamientos son solo unas pocas decenas en toda España, no tienen otra opción viable de ser tratados"
En esta recomendación también se incluyó el tratamiento con este tipo de inmunoterapia para mieloma múltiple, tras 25 meses de espera. Pero no se ha aprobado otra aplicación para mieloma múltiple disponible en Europa desde mayor de 2020; ni para linfoma difuso de células B grandes, autorizado en noviembre de 2020; ni para linfoma folicular en cuarta línea ni para leucemia linfoblástica aguda. “Los pacientes que requieren estos tratamientos son solo unas pocas decenas en toda España, no tienen otra opción viable de ser tratados, y lamentablemente, se enfrentan a un riesgo inminente de muerte debido a la falta de aprobación y financiación de tratamientos ya aprobados por la EMA e incorporados en otros países europeos”, denunciaba en la carta Barragán.
Casi dos meses después insiste en esta “realidad terrible”. “Solo se ha avanzado un poco dentro del tremendo retraso”, señala a este medio. “No debería ser un problema económico para el sistema sanitario financiar estos tratamientos y hacerlos accesibles”, concluye Barragán.