El Palacio del Senado (Madrid) ha acogido en la tarde de este 15 de septiembre el homenaje con motivo del Día Mundial del Linfoma la jornada “Terapias Avanzadas. Tres años de CAR-T en España”. La apertura institucional ha corrido a cargo de Modesto Pose, presidente de la Comisión de Sanidad y senador por Pontevedra del Grupo Parlamentario Socialista, y Félix Benguria, director de Government Affairs de Gilead España.
La terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos (CAR-T) es una manera de hacer que las células inmunitarias llamadas células T (un tipo de glóbulos blancos) luchen contra el cáncer al alterarlas en el laboratorio para que puedan encontrar y destruir a las células cancerosas.
“En noviembre de 2018, dado el impacto sanitario de estos medicamentos revolucionarios, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud elaboró un plan de abordaje de las terapias avanzadas para organizar de manera planificada este plan de forma equitativa, segura y eficiente”, ha comenzado la apertura Pose. “Es un plan que se ha tomado como referencia en Europa que en julio de 2022 sumó 15 nuevos centros para habilitarlos como centros asistenciales que gestionen este tipo de terapias”, ha añadido destacando que “la hematología es la avanzadilla en materia de medicina personalizada”.
El testigo ha sido tomado por Benguria que ha calificado el éxito de estas terapias como “un hito en la historia de la medicina”. “Si hay una palabra que se repite entre los pacientes con linfomas agresivos y los profesionales es ‘esperanza’. Las terapias CAR-T han hecho realidad la medicina personalizada. Hace tres años la llegada al mercado farmacéutico de este tipo de terapias tan condicionado supuso un auténtico reto para las compañías farmacéuticas y para los sistemas sanitarios en su conjunto. Tres años después, con los datos del Ministerio de Sanidad, podemos decir que se ha desarrollado un buen modelo”.
¿QUÉ HA APORTADO EL PLAN NACIONAL A LOS PACIENTES CON LINFOMA?
La primera sesión celebrada ha contado con la participación de Raúl Pesquera Cabezas, consejero de Sanidad de Cantabria; Begoña Barragán, presidenta de la Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL); José Luis Poveda, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario La Fe de Valencia; Nekane Murga, coordinadora de Medicina Personalizada y de Precisión y Terapias Avanzadas de País Vasco y José Antonio Pérez Simón, jede del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Virgen del Rocío.
La mesa ha comenzado conociendo la opinión de los pacientes. “Las terapias CAR-T son una esperanza que llega cuando no hay nada más”, ha expresado Begoña Barragán. “Este plan cambia la vida de los pacientes y de sus familias”.
“Desde el punto de vista de la farmacia el reto vino desde esa visión multidisciplinar. Cuanto más individual es la terapia, más necesitamos equipos multidisciplinares”
José Antonio Pérez Simón ha analizado el reto que supuesto la implantación de estas terapias. En relación al Hospital Universitario Virgen del Rocío y a todo el sistema sanitario ha recalcado que “ningún paciente se ha quedado atrás”, gracias a todas las colaboraciones que se han generado. “En los hospitales se ha desarrollado un modelo multidisciplinar y solo desde esta perspectiva ha sido posible este modelo”.
Pérez Simón ha querido destacar que el trabajo ha continuado incluso durante la pandemia por lo que no se han registrado descensos en las cifras de pacientes tratados durante los momentos más críticos de la crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19.
“El 100% de nuestras solicitudes han sido aceptadas. Ahora vamos a dar proximidad. Pensando en el futuro hemos estandarizado nuestras instalaciones lo que nos permitirá participar en ensayos clínicos lo que beneficiará a nuestros pacientes”, ha añadido Nekane Murga.
“Desde el punto de vista de la farmacia el reto vino desde esa visión multidisciplinar. Cuanto más individual es la terapia, más necesitamos equipos multidisciplinares”, ha remachado José Luis Poveda.
"Es muy duro cuando tenemos que desplazar a los pacientes y sus familias a otras regiones de España. Razón por la que lograr la proximidad es vital y debe ser un compromiso político democratizarla"
El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla ha sido uno de los 15 nuevos centros designados para la administración de terapias CAR-T. “Esto no es algo de futuro, es de presente. Conseguir que nuestro hospital haya sido reconocido para infundir CAR es el resultado del trabajo de numerosos profesionales durante muchos años”, compartía el consejero de Sanidad de Cantabria.
“La experiencia a nivel nacional ha sido muy buena y se está extendiendo puesto que es muy duro cuando tenemos que desplazar a los pacientes y sus familias a otras regiones de España. Razón por la que lograr la proximidad es vital y debe ser un compromiso político democratizarla”.
En cuanto a los retos y mejoras Barragán ha señalado la excesiva burocracia. “Hablamos de pacientes con muy poco tiempo de vida. Es muy importante que se hayan abierto 15 nuevos centros, pero mucho más importante sería que la innovación se apruebe con la celeridad que debería aprobarse”.
La mesa ha finalizado poniendo en conjunto los aspectos que deberían mejorarse en el modelo español. El registro de datos y análisis de los mismos es fundamental, por lo que debe continuar trabajándose ante la dispersión de los centros dado el incremento en el número de estos. Una pieza importante que todavía debe mejorarse son los costes de estas terapias avanzadas. Además, el aprendizaje en el desarrollo de este modelo con las CAR-T debería reproducirse para la aplicación de otras terapias avanzadas.
UNA MIRADA HACIA EL FUTURO
La segunda sesión de la jornada ha contado con la participación de Esther Carmona, portavoz de la Comisión de Sanidad y senadora por El Hierro del Grupo Parlamentario Socialista; Rubén Moreno, senador por Valencia del Grupo Parlamentario Popular y exsecretario general de Sanidad del Ministerio; Anna Sureda, jefa del Servicio de Hematología Clínica del ICO L’Hospitalet y presidenta del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular (GEHT); María Victoria Mateos, hematóloga del Complejo Hospitalario de Salamanca y presidenta electa de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia; Jaume Tort, director de l’Organització Catalana de Trasplantaments (OCATT) y Elena Casaus, coordinadora de la Estrategia Regional de Terapias Avanzadas de la Comunidad de Madrid.
"Contamos ya con datos de cinco años que demuestran que un porcentaje no despreciable de estos pacientes pueden ser curados. Estos resultados se han podido reproducir en la vida real lo que es un aspecto fundamental"
“La introducción de las terapias con células CAR-T ha supuesto un auténtico tsunami para los pacientes con linfoma. El pronóstico a largo plazo era muy pobre antes de la llegada de las CAR-T. Contamos ya con datos de cinco años que demuestran que un porcentaje no despreciable de estos pacientes pueden ser curados. Estos resultados se han podido reproducir en la vida real lo que es un aspecto fundamental. Tenemos factores pronósticos que nos permiten predecir qué pacientes van a beneficiarse más y cuáles menos. Evidentemente, no todo es perfecto y ha supuesto un reto para todos”, iniciaba la segunda mesa Anna Sureda.
En cuanto a los retos en términos de optimización del plan es esencial identificar las debilidades y fortalezas del mismo. En este sentido Elena Casaus ha destacado la posibilidad de que, ante el paulatino incremento de pacientes, se requiera de la creación de comités regionales centrados en perfiles de pacientes. Además, desde la experiencia de la Comunidad de Madrid, Casaus ha enfatizado en la necesidad de equipar las terapias en todo el territorio nacional.
“Debemos estar cerca de los mil pacientes tratados con CAR-T. Esto es un éxito para una terapia innovadora. En cuanto a lo que habría que redefinir y mejorar destaca la atención a los pacientes y a sus familias ya que aún no lo hacemos bien cuando tienen que trasladarse. En cuanto al proceso CAR tenemos que mejorar los tiempos, aunque esto es complejo. Quizás ahora que ya se ha descentralizado más las aférisis podrían realizarse en la zona de origen”, argumentaba Jaume Tort. Sobre los retos ha apuntado hacia el aumento en la cartera de terapias y el riesgo de error en la gestión de este crecimiento, la necesidad de disponer de un sistema de información de apoyo interoperable y el desafío que plantean estas terapias en materia de donación.
“Con la ampliación del número de centros lo que hacemos como país es prepararnos para la avalancha de procedimientos que se nos vienen. Lo que hemos hecho hasta ahora es un programa piloto”
La fotografía planteada por los participantes de la mesa sobre el futuro de estas terapias ha sido completada con las aportaciones de María Victoria Mateos. “El paciente siempre debe estar en el centro. La ampliación en el número de centros es una gran noticia, pero los pacientes y sus familias tienen que seguir haciendo numerosos esfuerzos, incluidos económicos, para recibir tratamientos”.
Ha señalado como desafíos el aumento de los pacientes que podría llevar a la necesidad de descentrar el sistema de evaluación de candidatos y que no existan discrepancias entre las distintas comunidades autónomas para que “cualquier paciente, de cualquier ciudad, pueda tener acceso”. Mateos ha finalizado su intervención poniendo el foco en la innovación en la que juegan un papel fundamental los profesionales médicos que tienen que generar también evidencia y datos mediante la práctica.
“Hay una sensibilidad especial para continuar mejorando la situación de los pacientes que viven alejados de los centros donde se prestan estos servicios especializados”, ha apostillado Esther Carmona en respuesta por parte del Gobierno para el que avanzar en el tratamiento del cáncer es fundamental.
“Detrás de todo esto hay vidas que ven limitada su supervivencia. Se ha doblado en España la capacidad asistencial apostando por la equidad y la innovación. Es conocido el compromiso del Gobierno con la investigación de estas terapias con una inversión de más de 31 millones de euros destinados a colaboraciones público-privadas. Poco es, por lo que tenemos que seguir avanzado”.
“Con la ampliación del número de centros lo que hacemos como país es prepararnos para la avalancha de procedimientos que se nos vienen. Lo que hemos hecho hasta ahora es un programa piloto”, remachaba Rubén Moreno.