Un tratamiento con células inmunitarias ha conseguido reducir el tamaño de los tumores cerebrales infantiles, restablecer la función neurológica y, en el caso de uno de los participantes en un ensayo clínico de Stanford Medicine, eliminó todo rastro detectable de un cáncer cerebral considerado incurable.
El ensayo, uno de los primeros realizados con éxito contra tumores sólidos con células inmunitarias modificadas conocidas como células CAR-T, ofrece esperanzas a los niños con un grupo de tumores cerebrales y de médula espinal mortales, como el glioma pontino intrínseco difuso (DIPG). Los resultados se publican en la edición electrónica del 13 de noviembre de Nature. En octubre, este tratamiento recibió la designación de terapia avanzada de medicina regenerativa por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), lo que permite a los investigadores acceder a una versión acelerada del proceso de aprobación de esta institución.
De los 11 participantes que recibieron células CAR-T en el ensayo, nueve mostraron beneficios. Nueve experimentaron una mejora funcional de las discapacidades causadas por su enfermedad. El volumen de los tumores de cuatro de ellos se redujo en más de la mitad. Y uno de esos cuatro participantes tuvo una respuesta completa, lo que significa que su tumor desapareció de los escáneres cerebrales. Aunque es demasiado pronto para decir si está curado, se encuentra sano cuatro años después del diagnóstico.
"Queda mucho camino por recorrer para averiguar cómo optimizar este tratamiento para cada paciente pero es muy emocionante que un paciente haya obtenido una respuesta completa”
"Se trata de una enfermedad universalmente letal para la que hemos encontrado un tratamiento que puede causar regresiones tumorales significativas y mejoras clínicas", afirmó Michelle Monje, autora principal del ensayo y profesora de neurología en Stanford Medicine. "Aunque todavía queda mucho camino por recorrer para averiguar cómo optimizar este tratamiento para cada paciente, es muy emocionante que un paciente haya obtenido una respuesta completa. Tengo la esperanza de que se haya curado".
El paciente, Drew, de 20 años, quiere que su resultado sea el primero de muchos. "Espero que aprendan de todos mis éxitos para ayudar a otros niños", dijo. A Drew le diagnosticaron DIPG en noviembre de 2020, durante su tercer año de instituto. Había acudido al médico por dolores de cabeza inusuales, movimientos extraños del ojo izquierdo y parálisis parcial en el lado izquierdo de la cara. A medida que el tumor crecía, le afectaba a la audición, el equilibrio y la marcha. Sólo podía desplazarse distancias cortas en silla de ruedas.
Los gliomas difusos de la línea media, que pueden crecer en el cerebro o la médula espinal, se diagnostican en unos cientos de niños y adultos jóvenes en Estados Unidos cada año, y tienen una supervivencia media de aproximadamente un año. La radioterapia sólo ofrece un alivio temporal y no existen fármacos quimioterápicos eficaces. Dado que sus células malignas se entremezclan con células sanas en estructuras neurológicas clave, los tumores no pueden extirparse quirúrgicamente. El DIPG, el subtipo de enfermedad que se produce en el tronco encefálico, tiene una tasa de supervivencia a cinco años inferior al 1%.
Ante este panorama desolador, el equipo de investigación no estaba seguro de qué esperar de las células CAR-T, aunque los estudios preclínicos en roedores habían sido prometedores. Las células CAR-T, o células T quiméricas receptoras de antígenos, se fabrican extrayendo algunas de las células T del propio paciente y modificándolas para que se unan a una diana molecular específica.
"Espero que aprendan de todos mis éxitos para ayudar a otros niños"
Las células se devuelven al organismo del paciente, donde desencadenan una respuesta inmunitaria contra las células cancerosas que tienen la diana molecular. Las células CAR-T han sido aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos desde 2017 para tratar los cánceres de la sangre, pero no han tenido tanto éxito contra los tumores sólidos. En el nuevo estudio, "una de las mayores sorpresas fue cuánto beneficio clínico vimos", afirmó Crystal Mackall, profesora de Pediatría y Medicina.
A medida que los tumores progresan, causan una profunda discapacidad. Los pacientes pueden perder la capacidad de andar, sonreír, tragar, oír y hablar. Pueden experimentar dolor neuropático derivado del daño medular, a menudo un intenso dolor punzante o quemante, así como parálisis, pérdida de sensibilidad e incontinencia. Antes del ensayo, los investigadores no estaban seguros de que la reducción de los tumores pudiera resolver los terribles síntomas, afirma Mackall. Pero después, "pudimos ver pruebas claras de reversibilidad".
Los investigadores de Stanford Medicine presentaron los resultados iniciales de un ensayo clínico pionero de terapia CAR-T en 13 pacientes con DIPG (glioma pontino intrínseco difuso) y otros gliomas de la línea media. Este tipo de cáncer cerebral afecta principalmente a niños y actualmente no tiene cura. El ensayo utiliza células CAR-T, diseñadas para atacar el marcador GD2 presente en estos tumores. De los 11 pacientes que recibieron el tratamiento, nueve experimentaron beneficios significativos, como reducción del tamaño tumoral y mejoras neurológicas.
"Una terapia que ralentice el crecimiento del tumor va a ayudar a que las células CAR-T funcionen mejor"
Los pacientes recibieron una primera dosis intravenosa de células CAR-T, seguida de infusiones periódicas en el líquido cefalorraquídeo, que resultaron en efectos secundarios más leves. Este enfoque, además de ser seguro, demostró ser eficaz: cuatro de los pacientes lograron reducir el volumen de sus tumores hasta un 100%.
Los participantes vivieron un promedio de 20,6 meses tras el diagnóstico, superando las expectativas en esta enfermedad. El equipo planea optimizar la terapia, enfocándose en mejorar la respuesta inmune para lograr beneficios aún mayores. Este ensayo representa un avance esperanzador para el tratamiento del DIPG y otras variantes de gliomas infantiles. "A veces el tumor crece tan rápido que parece una carrera entre las células CAR-T que luchan y las células cancerosas que se replican", explica Monje. "Una terapia que ralentice el crecimiento del tumor va a ayudar a que las células CAR-T funcionen mejor".
DREW, UNA HISTORIA DE LUCHA Y SUPERACIÓN
Drew encontró una oportunidad inesperada a través de un ensayo clínico de Stanford Medicine que utilizó células CAR-T. Este innovador tratamiento, que involucra la modificación de células inmunitarias para atacar el cáncer, le provocó efectos secundarios iniciales como vómitos y desequilibrios, pero, a pesar de los desafíos, Drew y su familia perseveraron. Su equipo médico indicó que "las resonancias magnéticas demostraron que funcionó bien, así que las células CAR-T hicieron su trabajo".
A lo largo de su último año de instituto, Drew mantuvo su compromiso académico mientras continuaba con las infusiones. Para la primavera de 2022, el tumor había desaparecido, y en mayo, Drew cruzó el escenario de graduación sin ayuda, superando el tiempo de supervivencia promedio de esta enfermedad.
Hoy, Drew sigue con infusiones periódicas y estudia Química en la universidad. Aunque la investigación sobre el DIPG aún avanza, este caso representa un paso crucial en la inmunoterapia de tumores cerebrales. Drew, que sueña con dedicarse al "rewilding" o restauración de áreas naturales, inspira a su familia y a otros, mientras la ciencia busca mejorar los tratamientos de inmunoterapia para el cáncer.