En España, cada cuatro minutos, muere una persona por enfermedad cardiovascular (ECV), cifras que le sitúan durante años a este grupo de patologías como la primera causa de muerte en España. Por otra parte, los problemas circulatorios continúan siendo la primera causa de ingreso hospitalario. No obstante, hay estudios que apuntan a que una buena prevención podría evitar hasta el 80% de las enfermedades cardiovasculares por debajo de los 70 años.
Para hacer frente a esta cuestión, el 27 de abril de 2022 se aprobó la Estrategia en Salud Cardiovascular (ESCAV) en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, con el objetivo de mejorar el nivel de salud cardiovascular de la población española. Un plan que recoge una serie de actuaciones que permiten tratar de manera integral este tipo de enfermedades, reducir su incidencia, la morbilidad y la mortalidad en España.
Ante este panorama, nace la alianza “Compromiso por la salud cardiovascular” en la que participan una decena de entidades del sector de la Tecnología Sanitaria, sociedades científicas y asociaciones de pacientes
Sin embargo, pocas comunidades autónomas han iniciado la implantación de la ESCAVo elaborado planes propios que desarrollen acciones en este aspecto. Entre otras razones, esto se debe a que se trata de un proceso muy complejo en relación a la coordinación intersectorial que necesita entre los diferentes niveles asistenciales y el gran número de especialistas implicados.
Ante este panorama, nace la alianza “Compromiso por la salud cardiovascular” en la que participan una decena de entidades del sector de la Tecnología Sanitaria, sociedades científicas y asociaciones de pacientes. Como objetivos señalan principalmente instar a las administraciones públicas a impulsar la puesta en marcha de la ESCAV para reducir el riesgo del desarrollo de enfermedades cardiovasculares y así, mejorar la calidad de vida y reducir la mortalidad relacionada con las ECV. Todo ello, a través de la implementación de un decálogo de medidas.
En primer lugar señalan el desarrollo de políticas en el ámbito de estar enfermedades a través de un abordaje integral, siempre con la ESCAV como punto de partida y acompañadas de campañas de sensibilización a nivel comunitario y poblacional. Por otro lado, fomentar y mejorar detección y el diagnóstico precoz de ECV en todos los ámbitos asistenciales, además de promover estilos de vida saludable y el impulso de formación y sensibilización de los profesionales sanitarios.
En el apartado femenino, el decálogo se detiene en la mejora del acceso de las mujeres a terapias cardiovasculares y promover el conocimiento y el autocuidado de su salud, incluyendo el desarrollo de programas para antes, durante y después del embarazo. De manera general, mencionan el desarrollo de programas de rehabilitación cardiaca y prevención secundaria.
El decálogo señala al desarrollo de políticas en el ámbito de estar enfermedades a través de un abordaje integral, siempre con la ESCAV como punto de partida y acompañadas de campañas de sensibilización a nivel comunitario y poblacional
Junto con la educación de los profesionales, la Alianza aboga por promocionar el conocimiento, la corresponsabilidad y el autocuidado de la salud cardiovascular en pacientes con ECV, así como garantizar y mejorar su continuidad asistencial a través de procedimientos relacionados con sus necesidades específicas para pactar objetivos y lograr adherencia al tratamiento.
Para completar el decálogo, resaltan la necesidad de implementar avances en innovación terapéutica y tecnología sanitaria; visibilizar y concienciar sobre el control de los factores de riesgos de la enfermedad arterial periférica por su gran impacto en la calidad de vida del enfermo; y desarrollar, implementar y reforzar los programas cardiosaludables entre las asociaciones de pacientes, las instituciones educativas y la Atención Primaria.