Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades graves que afectan a la forma en la que las personas piensan, sienten y se comportan en lo que respecta a la comida y su propio cuerpo. Entre estos trastornos, se incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, entre otros. En este sentido, la nutrición juega un papel fundamental en el tratamiento del TCA.
Aunque todos se engloban bajo el término TCA, cada uno de los trastornos presenta sus propias características, síntomas y consecuencias. La anorexia nerviosa se caracteriza por una restricción de la ingesta alimentaria, lo que da lugar a una considerable pérdida de peso que se mantiene por debajo del mínimo esperable para la edad, sexo o el desarrollo evolutivo de cada paciente, hasta llegar en ocasiones a un estado de grave desnutrición.
Por otro lado, la bulimia nerviosa se caracteriza por episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos en un corto periodo de tiempo. Esto, unido a una preocupación excesiva por el control del peso corporal, puede llevar a utilizar métodos para controlar el aumento de peso. Se trata de personas que no son capaces de ver que presentan un peso normal, y sufren miedo a engordar, aunque no son capaces de controlar sus impulsos con la comida y no pueden resistir el deseo de realizar un atracón.
“Estos trastornos pueden tener graves consecuencias físicas y nutricionales”
Por último, el trastorno por atracón ocurre cuando el paciente consume cantidades extraordinariamente grandes de alimentos y se siente incapaz de parar de comer. Además, pueden llegar a sentirse avergonzados por comer en exceso y prometen que van a dejar de hacerlo, pero sienten una compulsión tan fuerte que no pueden resistir la necesidad de continuar comiendo en cantidades excesivas.
Los TCA están aumentanto, por lo que el servicio de nutrición y dietética especializada de Ribera Hospital de Molina, gestionado por el grupo sanitario Ribera, ha alertado sobre la necesidad de vigilar dicho incremento y sobre la importancia del diagnóstico precoz. “Estos trastornos pueden tener graves consecuencias físicas y nutricionales”, comenta Alicia Soler, especialista en Nutrición.
Para determinar el estado de nutrición del individuo, es importante realizar una evaluación nutricional completa, incluyendo el peso, la ingesta alimentaria, los hábitos alimentarios y los desequilibrios nutricionales. “En casos de anorexia nerviosa, la restauración del peso corporal es crucial para restablecer la salud física. Esto generalmente se logra a través de un plan de alimentación estructurado y supervisado por profesionales de la salud, como dietistas y médicos”.
La especialista en nutrición del grupo Ribera explica que es necesario que, desde las consultas de nutrición, se diseñe un plan de alimentación equilibrado que proporcione todos los nutrientes necesarios para mantener la salud física y mental. “Esto puede incluir una combinación de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales”, asegura la especialista.
La educación nutricional es fundamental para educar a los pacientes con TCA sobre la importancia de una alimentación saludable y equilibrada
La educación nutricional es fundamental para educar a los pacientes con TCA sobre la importancia de una alimentación saludable y equilibrada, así como los efectos negativos de la restricción alimentaria y los atracones. Por ello, “el progreso nutricional debe ser monitorizado de cerca por profesionales de la salud para garantizar que se esté alcanzando y manteniendo un estado de nutrición adecuado”.
Tratar los trastornos de conducta alimentaria generalmente requiere un enfoque multidisciplinar, que incluya la colaboración entre profesionales de la salud mental, dietistas, médicos y terapeutas. “Es importante tener en cuenta que cada individuo es único y requerirá un enfoque personalizado en su tratamiento nutricional. Además, el tratamiento no solo se centra en la nutrición, sino también en abordar los aspectos psicológicos, emocionales y sociales de la enfermedad”.