Cuando hablamos de muertes evitables hacemos referencia a todos aquellos fallecimientos que pueden evitarse, fundamentalmente, a través de las intervenciones de la Sanidad Pública y de la prevención primaria.
En cambio, si ponemos la mortalidad por causas evitables, esta se define como las muertes que pueden evitarse principalmente a través de intervenciones sanitarias entre las que se incluyen las pruebas de diagnóstico y cribado y el tratamiento.
Dos aspectos en los que España reporta tasas más bajas que la media de la Unión Europea. Así queda reflejado en el “State of Health in the EU”, elaborado por la OCDE y el European Observatory on Health Systems and Policies. Un informe en el que se detalla el perfil sanitario de España en 2019.
Las tasas de mortalidad evitable en España se encuentran entre las más bajas de la Unión Europea. Una situación impulsada por las bajas tasas de mortalidad por cardiopatías isquémicas (especialmente entre las mujeres), accidentes de circulación y otras muertes accidentales y enfermedades relacionadas con el alcohol.
Pero no todos los datos en este sentido son positivos. Las tasas de mortalidad por cáncer de pulmón siguen siendo elevadas (especialmente entre los hombres) y se acercan a la media de la Unión Europea. Hecho que refleja un modelo histórico según el cual los españoles fuman más que las españolas.
Si atendemos a las causas tratables de mortalidad, estas también se encuentran entre las más bajas de Europa. Un dato que viene a confirmar que el sistema sanitario español es, en general, eficaz en el tratamiento de las personas con afecciones potencialmente mortales.
El sistema sanitario español es, en general, eficaz en el tratamiento de las personas con afecciones potencialmente mortales
Estos resultados favorables se deben en gran parte a las bajas tasas de mortalidad por cardiopatías isquémicas y enfermedades cerebrovasculares (accidentes cerebrovasculares). Las tasas de algunos tipos de cáncer como el colorrectal, se acercan a la media de la Unión Europea.
INICIATIVAS QUE REDUCEN LOS FACTORES DE RIESGO
El informe señala que los bajos niveles de muertes evitables en nuestro país pueden deberse, al menos en parte, a sólidas políticas de salud pública. En 2005 se adoptó una Ley Antitabaco que fue reforzada en 2010. Esta actualización fortalecía las normas relativas a la venta al por menor y a la publicidad de productos de tabaco, aumentando además la protección sobre los menores y los no fumadores mediante la ampliación de las zonas sin humo a todos los lugares públicos.
Se incrementaron además los impuestos sobre los cigarrillos un 3% en 2013 y un 2,5% más en 2017, junto con un 6,8% de incremento en los impuestos sobre el tabaco de liar.
En 2011 la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición incluyó una Estrategia intersectorial para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS). Uno de los objetivos de esta estrategia es la reducción del sobre peso y la obesidad entre los niños.
De esta forma se prohibió en las escuelas los alimentos y bebidas con un alto nivel de ácidos grasos saturados, sal y azúcar, y de forma más amplia, se endurecieron las medidas sobre menús infantiles.
En 2018, el Ministerio de Sanidad anunciaba nuevas medidas para reforzar la Estrategia NAOS. Entre estas destaca el nuevo etiquetado de los alimentos en la parte frontal de los envases y paquetes utilizando el modelo Nutriscore.
Mediante el uso de un código de colores de fácil comprensión esta iniciativa pretende ofrecer a los ciudadanos información más precisa sobre la calidad nutricional de los alimentos. Esta medida aún no ha comenzado a aplicarse.
A principios del 2019 el Ministerio de Sanidad firmó además un acuerdo con casi 400 empresas alimentarias que se comprometieron a reducir el contenido de ácidos grasos saturados, sal y azúcares añadidos en sus productos.