El aumento progresivo de la edad media en toda la Unión Europea ha traído consigo un incremento de la dependencia en todos los países miembro. El envejecimiento hace que cada vez más personas se encuentren en estado de dependencia, y la tendencia apunta a que esta situación empeorará con el tiempo. Actualmente, estos índices de dependencia llegan al 33,4% en la UE.
Más concretamente, el último informe de Eurostat publicado este jueves indica que la media de edad en la UE ya ha alcanzado los 44,5 años. Este dato, del 1 de enero de 2023, refleja que en una década esta edad ha aumentado 2,3 años. Si bien es un dato elevado, cabe destacar que en cinco países el aumento fue aún mayor. Es el caso de nuestro país, de Grecia, Eslovaquia o Italia, donde el aumento ha sido de cuatro años. En Portugal se ha llegado casi a los cuatro años y medio.
Otro aumento especialmente llamativo es el de las personas mayores de 65 años, grupo de población que ya supone el 21,3% del total. En España, por ejemplo, este porcentaje ha aumentado en un 2,4% desde el 2013, alcanzando ya el 20,1% que, si bien es una media más baja a la de la UE, es igualmente significativa. Esta transformación demográfica va a tener un importante papel en los sistemas sanitarios, que tendrán que adaptarse a la nueva realidad del envejecimiento, la cronicidad y la dependencia. Además, se debe tener en cuenta que la población en edad de trabajar está disminuyendo en favor de la población jubilada, por lo que el gasto social se incrementará también.
Actualmente, hay poco más de tres personas en edad de trabajar por cada persona de 65 años o más
La edad ha aumentado en todos los países europeos a excepción de Malta y Suecia. En estos momentos la edad más alta se encuentra en Italia con 48,4 años. Esto significa que la mitad de la población italiana tiene más de esta edad. Por el lado contrario, con la media más baja está Chipre con 38,4 años.
Como decimos, los índices de dependencia aumentan con estos datos. Según apunta la entidad europea, estos datos "se pueden utilizar para estudiar el nivel de apoyo que la población en edad de trabajar brinda a las personas más jóvenes y/o mayores". Así, vemos que la tasa de dependencia en la UE es del 33,4%.
Esto quiere decir que, actualmente, hay poco más de tres personas en edad de trabajar por cada persona de 65 años o más. Si observamos los datos de cada país, vemos que los porcentajes más bajos se encuentran en Luxemburgo (21,5%) e Irlanda (23,2%). Los más altos, por el contrario, son los de Portugal (38%) e Italia (37,8%). En estos casos hay incluso menos de tres personas en edad de trabajar por cada mayor de 65 años.
Se prevé que la dependencia se duplique del 33,4% actual al 59,7%
En el caso de España, concretamente, vemos que la tasa de dependencia se ha mantenido bastante constante con respecto al anterior año a pesar del aumento en la media de edad, e incluso ha sido algo inferior en 2023 que en 2022. Los últimos datos nos sitúan en un índice del 30,4% en la actualidad.
Desde Europa se advierte de que esta tendencia, que ya comenzó hace algunos años, sólo va a seguir incrementándose. "El crecimiento de la proporción relativa de personas mayores puede explicarse por una mayor longevidad", es decir, una mayor esperanza de vida, unida a una disminución de las tasas de natalidad.
De hecho, se prevé que la proporción de personas de 80 años o más en la población de la UE se multiplique por dos y medio entre 2023 y 2100, del 6% al 15,3%. Es más, durante el período comprendido entre 2023 y 2100, se espera que la proporción de personas de 65 años o más representarán el 32,5% de la población, en comparación con el 21,3% actual. Además, como resultado, se prevé que la dependencia se duplique del 33,4% actual al 59,7%. Finalmente, se espera que la edad media aumente en 5,7 años, llegando a 50,2 años en 2100.