El próximo 17 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, un evento internacional organizado por la World Sleep Society (WSS) que reúne a investigadores, profesionales de la salud y pacientes con el objetivo de reconocer el importante impacto del sueño en la salud. En esta ocasión, de hecho, la efeméride se celebra bajo el lema “El sueño es esencial para la salud”, un enfoque que quiere hacer hincapié en el papel del sueño saludable como hábito fundamental para el bienestar físico, mental y social.
En ese sentido, desde la Sociedad Española de Sueño (SES), que impulsa los actos por el Día Mundial del Sueño en España, se ha querido destacar el papel del sueño como “pilar fundamental” de salud de los individuos y de las poblaciones. Tanto a nivel físico como mental. De ahí que en la rueda de prensa celebrada esta mañana en el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de Madrid, la SES haya estado acompañada por la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), una sociedad científica referente a nivel nacional e internacional en el conocimiento y la atención de calidada los pacientes en los que concurren adicciones y otros trastornos mentales.
“Sin duda alguna, el sueño es una función vital del ser humano fundamental para el mantenimiento de una buena salud mental y física”, ha afirmado la doctora Ana Teijeira Azcona, neurofisióloga clínica, coordinadora de los actos en España por el Día Mundial del Sueño y presidenta del comité científico del XXXI Congreso de la SES, que se celebrará en Toledo del 14 al 16 de septiembre. En ese sentido, la experta ha recordado que el sueño no solo favorece la consolidación de la memoria o el aprendizaje, sino que durante el mismo se regulan diversos sistemas del cuerpo humano promotores de una buena salud, desde el sistema inmune, hasta el sistema metabólico y el sistema cardiovascular, pasando, entre otros, por el sistema hormonal. “Es necesario un sueño de buena calidad para que todos estos sistemas puedan funcionar bien”, ha añadido.
“Es necesario un sueño de buena calidad para que todos estos sistemas puedan funcionar bien”
En España se estima que más de un 10% de la población (más de 4 millones de personas) padece algún tipo de trastorno de sueño crónico y grave; y quemás de un 30% de los ciudadanos (más de 12 millones de personas), se despiertancada día con la sensación de no haber tenido un sueño reparador o finalizan el día muy cansados. En ese sentido, la doctora Teijeira Azcona ha recordado que un sueño insuficiente o de mala calidad mantenido de manera crónica “favorece la aparición de una serie de enfermedades que pueden llegar a provocar un grave impacto en la calidad de vida de las personase, incluso, incrementar la mortalidad”.
En concreto, ha enumerado la portavoz de la SES, un mal sueño incrementa hasta en un 20% el riesgo de mortalidad y aumenta el riesgo de presentar hipertensión arterial, diabetes, obesidad y eventos cardiovasculares (infartos o ictus), así como de sufrir infecciones y determinados tipos de cáncer. La experta ha resaltado también al respecto que dormir mal tiene un grave impacto en las tareas diurnas cognitivas, aquellas necesarias para poder estudiar o trabajar concentrados, memorizar, aprender o coordinar. “Un mal descanso incrementa el riesgo de accidentes laborales y de tráficoe, incluso, se ha estudiado la posibilidad de que pueda favorecer el desarrollo de demencia. Además, con frecuencia un mal sueño de manera continuada va a provocar alteraciones en el estado del ánimo, favoreciendo la depresión o la ansiedad”, ha argumentado.
SUEÑO Y SALUD MENTAL, UNA RELACIÓN BIDIRECCIONAL
El doctor Carlos Roncero, jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA), profesor de la Universidad de Salamanca y presidente de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), ha insistido en esa relación bidireccional entre el sueño de mala calidad y los problemas de salud mental. “Hasta el 60%-70% de los trastornos mentales tienen asociado algún trastorno del sueño, sobre todo el insomnio. Y alrededor de uno de cada dos pacientes con trastorno del sueño crónico acaba desarrollando algún síntoma de trastorno mental”, ha destacado el psiquiatra, que ha añadido que, en el caso de la patología dual, que designa la coexistencia de una adicción y otro trastorno mental, las alteraciones del sueño son un“marcador de riesgo” para la gravedad de la adicción y para la recaída o la mala evolución de los pacientes.
Durante su intervención, el doctor Roncero ha lamentado que los problemas de sueño hayan sido tradicionalmente “minimizados y poco valorados” tanto por los profesionales médicos como por la sociedad en general, ya que, en su opinión, se trata de trastornos que, cuando se cronifican, acaban generando “una muy mala calidad de vida y un gran riesgo de alteraciones de salud mental, incluyendo el consumo de sustancias”.
En ese sentido, por último, Roncero ha destacado que muchas personas con problemas de sueño acaban recurriendo al consumo de sustancias de tipo depresor (como, por ejemplo, el alcohol) para intentar aliviar algunos de los síntomas del insomnio, con la creencia errónea de que este tipo de sustancias ayudan a dormir mejor: “Sin embargo, esto acaba generando alteraciones en los patrones del ritmo del sueño, un sueño superficial y poco reparador; y un incremento del riesgo de adicción y consumo de otras sustancias que puede acabar derivando también cuadros ansiosos, depresivos, etc”.
CONSEJOS PARA UNA BUENA HIGIENE DEL SUEÑO
Para evitar los trastornos de sueño, los malos hábitos y conseguir un sueño de buena calidad en adultos que mejore el bienestar general, la doctora Ana Teijeira Azcona ha ofrecido durante la rueda de prensa estos 10 consejos para una buena higiene del sueño:
- Realizar ejercicio físico diario adaptado a las condiciones personales, nunca en horario previo a acostarse.
- Mantener una dieta cardiosaludable mediterránea con cenas ligeras y suaves va a ayudar a dormir mejor.
- Evitar la ingesta excesiva de alcohol al menos cuatro horas antes de acostarse y no fumar.
- Evitar el consumo de cafeína, té, chocolate o bebidas energéticas al menos seis horas antes de dormir.
- Procurar mantener bajos los niveles de ansiedad durante el día.
- Es muy importante mantener un horario regular y estable de sueño, procurando acostarse y levantarse a la misma hora, en un horario razonable.
- Hay que relacionar la cama con el sueño. No debemos comer, ver la tv o trabajar en ella.
- Evitar el uso de pantallas iluminadas en las horas previas al sueño.
- No permanecer en la cama si estamos muy despiertos para asociar la cama únicamente al sueño.
- Si no podemos dormirnos, debemos levantarnos y promover una actividad relajada, que pueda bloquear la ansiedad derivada de esa falta de sueño. La lectura, escuchar la radio, tomar una infusión relajante o realizar ejercicios de atención plena o relajación pueden ayudar para volver a presentar somnolencia o sueño.