Como profesora en la Universidad de Oxford y Jefe Asociado del Departamento de Física (Igualdad, Diversidad e Inclusión), Sonia Antoranz Contera ha dejado una marca imborrable en la intersección de la ciencia y la salud. Es experta en microscopía de fuerza atómica de sistemas biológicos, con un gran interés por el papel de la mecánica en biología.
Nacida en Fuerteventura, Sonia desde su infancia estuvo vinculada a la naturaleza, lo que cultivó su deseo de convertirse en científica, “nos criamos muy libres en Fuerteventura. En los setenta no teníamos ni siquiera buenos colegios y teníamos mucho tiempo libre para correr por los barrancos, perseguir los perenquenes…”, explica nostálgicamente la experta en una entrevista para Consalud.es.
Tras estudiar Física en Madrid, vivió una travesía única que la llevó desde Moscú hasta obtener una beca que la condujo a Pekín. Durante su trayectoria, quedó fascinada por la cultura de Japón, atrayéndole principalmente la innovación tecnológica que contrastaba con la perspectiva más tradicional de España. Para Sonia, Japón representaba un crisol de nuevas ideas y desarrollo tecnológico, desafiando las estructuras más clásicas que percibía en su país natal.
“Criarme cerca del mar, rodeada de naturaleza, creo que es lo que hizo mi afán por entender la vida"
Con una pasión innata por la nanotecnología, Sonia ha dedicado su carrera a explorar cómo las diminutas estructuras y materiales pueden revolucionar el campo de la medicina y la salud. Su investigación pionera ha abierto nuevas fronteras en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. “Criarme cerca del mar, rodeada de naturaleza, creo que es lo que hizo mi afán por entender la vida. Las causas del universo, las proteínas, las moléculas, etc”, declaró la canaria.
La científica culminó su extraordinaria travesía académica en la prestigiosa Universidad de Oxford. Este hito representa no sólo el reconocimiento a su excepcional labor científica, sino también la culminación de un camino marcado por la diversidad cultural y la búsqueda incansable de conocimiento.
Desde Reino Unido, Sonia ha continuado dejando su huella, contribuyendo al avance científico y consolidando su posición como referente en el campo de la nanotecnología y la salud. “Yo nunca busqué la élite académica porque no vengo de ella y nunca pensé que yo podría llegar hasta aquí. Ni se me ocurría. Pero al llegar me di cuenta de que yo no era peor que los que ya estaban”, relata a este medio.
"Me dí cuenta de que yo no era peor que los que ya estaban”
Además de científica, Sonia es una ferviente defensora de la igualdad de género en el ámbito científico. Reconoce los desafíos únicos que enfrentan las mujeres en la ciencia y trabaja para derribar barreras y promover oportunidades equitativas para todos. Además de su destacada labor académica y científica Sonia es madre de dos niños, y a pesar de las responsabilidades adicionales que ello implica, ha logrado encontrar un equilibrio entre su vida profesional y familiar.
Esta profesora de Oxford confesaba durante la entrevista que ella pocas veces necesitó referentes femeninos en su sector, por su personalidad atrevida y valiente, pero lo cierto es que a día de hoy,ella sí es la fuente de inspiración de muchas jóvenes que desean en un futuro ser como ella, pues el compromiso de Sonia Antoranz con la excelencia académica y la equidad de género ha dejado una huella perdurable en la comunidad científica y en el mundo en general.