El pasado domingo Rafa Nadal volvió a cumplir con una tradición: por decimocuarta ocasión, el tenista español elevó al cielo de París el trofeo que le acreditaba como campeón de Roland Garros. Si la victoria de este grand slam siempre resulta una proeza, este año ha tenido un hándicap para el jugador manacorí: el síndrome Muller-Weiss, una enfermedad crónica que sufre en su pie izquierdo y que le ha referido un gran dolor durante el transcurso de los partidos.
Los expertos explican que esta patología, que también recibe el nombre de osteocondritis del escafoides, "es compleja en su diagnóstico y se produce en fases avanzadas". No en vano, apuntan, esta enfermedad rara puede llegar a producir falta de riego en los vasos del pie y, en algunos casos, la necrosis ósea.
"Este proceso tiene como objetivo los nervios que producen el dolor al paciente, irradiando calor a través de una cánula de alta frecuencia e interrumpiendo la transmisión de las señales que general el dolor al individuo"
Toda vez concluido el torneo galo, Rada Nadal va a someterse a un tratamiento para combatir el dolor que sufre, denominado inyecciones de radiofrecuencia. "Este proceso tiene como objetivo los nervios que producen el dolor al paciente, irradiando calor a través de una cánula de alta frecuencia e interrumpiendo la transmisión de las señales que general el dolor al individuo", declaran los especialistas.
No obstante, precisan, las inyecciones por radiofrecuencia "no sanan la enfermedad": "Se centran exclusivamente en la eliminación del dolor y, en algunos pacientes, hay que repetir el proceso meses después dado que vuelven a aflorar síntomas dolorosos", agregan.
"Las inyecciones por radiofrecuencia se centran exclusivamente en la eliminación del dolor y, en algunos pacientes, hay que repetir el proceso meses después dado que vuelven a aflorar síntomas dolorosos"
La clave del tratamiento, añaden los expertos, es encontrar el nervio que irradia ese dolor. Junto a ello, explican, hay que tener en cuenta que, a mayor deformidad de la articulación del pie, menos probabilidades de éxito existen. No en vano, todos los expertos predicen un alto grado de deformidad del pie izquierdo del jugador español.
A futuro, señalan, "el camino más previsible será el paso del jugador por una intervención quirúrgica". Posiblemente este hecho tenga lugar cuando anuncie su retirada de la competición profesional y, de este modo, tener la posibilidad de hacer una vida plena. "El precio que hay que pagar por el deporte de alto rendimiento es muy alto", sentencian.