La menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer que no comienza de forma brusca, sino que viene precedida por un período en el que empiezan a manifestarse los primeros síntomas, y que es conocido como perimenopausia o transición menopáusica.
Este período de tiempo tiene una duración variable de entre 2 y 5 años y se inicia unos años antes de que se produzca la menopausia propiamente dicha, que se considera el cese definitivo de la menstruación de la mujer por un período continuado de doce meses y que ocurre alrededor de los 50 años de edad.
Uno de los síntomas principales durante la perimenopausia son las alteraciones en el ciclo menstrual, como pueden ser los sangrados irregulares o abundantes o las ausencias puntuales de menstruación (amenorrea)
Uno de los primeros síntomas que aparecen durante la perimenopausia son las alteraciones en el ciclo menstrual. De esta forma, se producen ausencias puntuales de la menstruación (amenorreas) y sangrados irregulares o abundantes. Esto sucede como consecuencia de la disfunción del ovario, donde la producción hormonal deja de seguir las pautas cíclicas de la vida fértil produciéndose un desequilibrio que afecta a las hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona).
Además de ello, en esta etapa la mujer también puede experimentar síntomas como sofocos, que suelen comenzar con una repentina sensación de calor en la parte superior del pecho y la cara; sudoraciones nocturnas, insomnio,cambios de humor o síndrome premenstrual (dolores articulares, hinchazón abdominal, etc.). A nivel físico, por su parte, puede producirse un enrojecimiento esporádico de la piel, sequedad vaginal o episodios de incontinencia urinaria.
Pese a ser la fase previa a la finalización del ciclo menstrual de la mujer, los expertos aseguran que durante le perimenopausia todavía existe riesgo de embarazo, ya que es posible la ovulación espontánea ocasional.
Existen diversos tratamientos para paliar los síntomas que aparecen en la perimenopausia. No obstante, los expertos aconsejan que, ante cualquiera de estos síntomas, se acuda a el/la ginecólogo/a para que pueda recomendar el tipo de tratamiento más adecuado para cada mujer.