La obesidad se erige como uno de los principales factores de riesgo de muchas enfermedades no transmisibles (ENT). Concretamente es el cuarto factor de riesgo por detrás de la hipertensión arterial, los riesgos diabéticos y el tabaco. El sobrepeso y la obesidad afectan a casi el 60% de los adultos y casi uno de cada tres niños (29% de los niños y 27% de las niñas) en la Región europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según se recoge en el “Informe Regional Europeo de Obesidad de la OMS 2022”, el sobrepeso y la obesidad también se posicionan como un importante factor de riesgo en términos de discapacidad: son responsables del 7% del total de años vividos con discapacidad. Una situación que se ha complicado como consecuencia de la pandemia. Abordar la obesidad es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, tal y como ha declarado recientemente la OMS, la obesidad debe tratarse ya como cualquier otra enfermedad que pone en peligro la vida de las personas.
Detener el aumento de las tasas de obesidad que se están registrando en Europa requiere de enfoques de políticas integrales, tanto desde el punto de vista de la prevención como mediante la creación de entornos que fomenten unos hábitos alimenticios saludables y de actividad física, en las áreas de control del sobrepeso y la obesidad.
En la lucha contra la obesidad se deben formular políticas que posibiliten que todas las personas tengan acceso a una atención de calidad para el control del sobrepeso y la obesidad. Un camino en el que se debe tener muy claro que el tratamiento es tan solo el inicio y, en este escenario, la OMS ha analizado los pasos que se están siguiendo en Austria para luchar contra la obesidad.
En la actualidad en Austria hay alrededor de 240.000 niños y adolescentes que viven con obesidad y sobrepeso. Ante esta fotografía el doctor Daniel Weghuber, jefe del Departamento de Pediatría de la Clínica Universitaria de Medicina Infantil y Adolescente de la Universidad Médica de Paracelso (Salzburgo), ha liderado el desarrollo de un concepto nacional para el tratamiento de la obesidad infantil en Austria.
Este concepto se basa en la idea de que la obesidad es una enfermedad crónica grave que guarda una estrecha relación con otras enfermedades no transmisibles, entre las que se incluyen el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Este concepto se basa en la idea de que la obesidad es una enfermedad crónica grave que guarda una estrecha relación con otras enfermedades no transmisibles, entre las que se incluyen el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares
Una iniciativa que parte del Grupo Europeo de Obesidad Infantil, del que el doctor Weghuber es presidente, y que ha contado con la participación de profesionales de la Atención Primaria y Terciaria para detener la que han calificado como la “epidemia mundial de la obesidad”.
El primer paso ha sido el lanzamiento de la denominada como Austrian Obesity Alliance. Esta alianza propone un programa renovado para el abordaje y tratamiento de la obesidad basado en reconocer esta como una enfermedad. De este modo se exige a la seguridad social la inclusión de su manejo dentro del sistema universal de salud.
“Necesitamos cambiar la percepción de la obesidad que prevalece hoy en día. Hay más de tres millones de adultos y 240.000 niños con sobrepeso y obesidad en Austria que representan una amplia gama demográfica. Sin embargo, más del 85% de los pacientes obesos que buscan tratamiento en nuestra clínica ambulatoria son mujeres. Eso significa que la mayoría de los hombres que viven con obesidad no ven su condición como una enfermedad, o no quieren tratarla por el motivo que sea”, explica el doctor Michael Krebs, especialista en Medicina Interna de la Universidad de Medicina de Viena.
“Los países deben adoptar un enfoque integral para la prevención y el control de la obesidad”, añade el doctor Kremlin Wickramasinghe, director interino de la Oficina Europea para la Prevención y el Control de Enfermedades No Transmisibles de la OMS. “Aprendimos mucho al escuchar a las personas que viven con obesidad y sus familias, y alentamos a todos los gobiernos a tomar medidas para obtener también aportes de estas importantes partes interesadas para todas las etapas del ciclo de políticas de obesidad”.
"La mayoría de los hombres que viven con obesidad no ven su condición como una enfermedad, o no quieren tratarla por el motivo que sea"
Las preocupantes tasas de sobrepeso y obesidad que se registran en Europa son un punto a tratar en la 72ª Sesión del Comité Regional de la OMS Europa. En este punto de encuentro se pretenden discutir cuáles pueden ser las mejores prácticas para detener el aumento de estos niveles y abordar este urgente problema de salud pública.
EL PROBLEMA DE LA OBESIDAD EN ESPAÑA
De acuerdo con una reciente investigación de la Universidad Internacional de Valencia entre los años 2011 y 2021 el porcentaje de niños con sobrepeso y obesidad ha aumentado casi el 40%.
“Las políticas utilizadas para luchar contra la obesidad infantil en nuestro país no están funcionando y se requieren nuevas políticas para frenar y revertir dichas tendencias. Este problema de salud ha sido tildado por los expertos como una ‘bomba de relojería’ para los sistemas de salud y la economía de muchos países, ya que dicho crecimiento de la prevalencia de la obesidad en la infancia se remonta en el mundo a 1975. Existen marcadas diferencias dependiendo de la nación o región estudiada y la clase social”, expone a través de un comunicado Diana M. Bravo, alumna del Máster en Bioética de la Universidad Internacional de Valencia.
El pasado 10 de junio el Gobierno presentaba el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030). El principal objetivo es el de reducir en un 25% el sobrepeso y la obesidad en los niños durante la próxima década.
De este modo se actuará en los entornos en los que viven y crecen los niños con acciones focalizadas en el impulso de la actividad física y el deporte, una correcta y saludable alimentación y trabajando el bienestar emocional y la calidad del sueño. Se trata de un plan que recoge 200 medidas estructuradas en seis líneas estratégicas. Dentro de estas destaca, por ejemplo que, con el objetivo de fomentar la actividad física se impulse desde los centros sanitarios la prescripción del ejercicio físico.
Este plan, al igual que el iniciado en Austria, son acciones urgentes que deben ponerse en práctica en el menor tiempo posible en los países europeos. Según el referido informe de la OMS con el que abríamos estas líneas, las estimaciones apuntan a que para el año 2025 la prevalencia global de la obesidad alcanzará al 18% de los hombres y superará el 21% en el caso de las mujeres.