La Federación Española de Diabetes (FEDE) ha querido, con motivo de las alarmantes cifras de obesidad infantil, reivindicar la prevención de esta patología desde la infancia. Esta prevención puede hacerse, entre otras medidas, a través de la presencia de enfermeras escolares en las aulas.
El sobrepeso, que ha sido declarado por la OMS como la “epidemia del siglo XXI”, afecta en España a cuatro de cada diez niños. Según los datos de la iniciativa COSI, el 23,3% de los niños tiene sobrepeso en España, y 17,3%, obesidad, siendo la obesidad más frecuente entre los niños y el sobrepeso entre las niñas. En lo relativo a la adolescencia, el sobrepeso afecta a un 32,5%; y la obesidad, a un 9,7%. Las cifras convierten a España en el quinto país de Europa con mayor tasa de obesidad y sobrepeso infantil.
Esto implica un problema de salud importante entre los más jóvenes, aumentando el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2. Además, esto supone un esfuerzo económico para el Estado, ya que los costes derivados de la obesidad reducen hasta el 2,9% del PIB nacional.
Según los datos de la iniciativa COSI, el 23,3% de los niños tiene sobrepeso en España, y 17,3%, obesidad, siendo la obesidad más frecuente entre los niños y el sobrepeso entre las niñas
Las causas de estos datos negativos están relacionadas con los hábitos de alimentación y ejercicio, las horas de sueño y la salud emocional de los niños. Sin embargo, también tienen que ver con factores relativos a su contexto social y económico. En este sentido, España es uno de los países de la Unión Europea (UE) en los que la tasa de riesgo de pobreza infantil y la de obesidad presentan una correlación más alta.
Así, el porcentaje de niños con obesidad se duplica para aquellos hogares que tienen menos ingresos, con un 23,7%, frente a aquellos que tienen más, con un 10,5%. Los determinantes sociales y económicos deben tenerse en cuenta en el análisis y la atención a los pacientes, pues están estrechamente relacionados con la diabetes tipo 2 y la obesidad.
De acuerdo con la Federación Española de Diabetes (FEDE), es necesario incidir en la formación de los más pequeños desde las propias escuelas, para afrontar esta problemática. “La presencia de enfermeras escolares en los centros de enseñanza contribuiría a contar con la atención sanitaria que los niños con diabetes requieren, sino a mejorar la calidad de vida de las generaciones futuras, mediante la educación en salud, centrada en la adquisición de hábitos saludables en alimentación y actividad física, fundamentalmente”, explica Ana Belén Torrijos, coordinadora de la Comisión de Igualdad y miembro de la Junta Directiva de FEDE.