El término vasculitis engloba un conjunto de enfermedades cuya característica principal es la inflamación de los vasos sanguíneos. Como consecuencia, se produce una disminución del flujo vascular o una interrupción completa del mismo. Son enfermedades autoinmunes sistémicas poco frecuentes y de gran complejidad que se diferencian entre: vasculitis de vaso grande, de vaso mediano y de vaso pequeño.
La arteritis temporal de células gigantes se caracteriza por la inflamación de las arterias de mediano y gran calibre, con una predilección especial por las arterias craneales del arco aórtico que irrigan territorios extracraneales. Afecta principalmente a personas mayores de 50 añosy su incidencia aumenta con la edad, alcanzando un pico máximo entre los 70-79 años, siendo más frecuente en mujeres, según explica el Dr. Javier Loricera, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander).
Los síntomas más característicos de la arteritis temporal de células gigantes son el dolor de cabeza , cansancio mandibular al comer y alteraciones visuales
Con el fin de hacer visible entre la población esta enfermedad, desde la Sociedad Española de Reumatología (SER) han elaborado un vídeo sobre arteritis temporal de células gigantes, enmarcado en la campaña de concienciación ‘Ponle nombre al reuma’.
SINTOMATOLOGÍA Y TRATAMIENTO
Los síntomas más característicos de la arteritis temporal de células gigantes son el dolor de cabeza (especialmente las sienes), cansancio mandibular al comer y alteraciones visuales (visión doble, pérdida de visión de algún ojo, visión borrosa y hasta ceguera).
“El seguimiento por parte del reumatólogo es fundamental para vigilar de forma rigurosa la evolución de la enfermedad, instaurar un tratamiento óptimo precoz y evitar posibles complicaciones como la ceguera. En concreto, el tratamiento fundamental de esta enfermedad son los corticoides, aunque en los últimos años se han desarrollado nuevos fármacos”, precisa el Dr. Loricera, quien recalca que: “Con un manejo adecuado por parte del reumatólogo y con un tratamiento correcto, la mayoría de las vasculitis logran una evolución aceptable”.