El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que sufren millones de niños y niñas. De hecho, según datos del Ministerio de Sanidad, entre el 5% y el 7% de la población infantil sufre esta patología. Cifras preocupantes que han aumentado en los últimos años, sobre todo después de la pandemia por COVID-19, cuando primó la falta de estructura educativa, al no poder asistir los niños al colegio, y aumentó el uso diario de las pantallas y dispositivos electrónicos.
Ante este contexto, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha celebrado su 70 Congreso en Córdoba, con el lema ‘Abordaje farmacológico y no farmacológico del TDAH desde extrahospitalaria. Visión 360°’. Según el doctor Gonzalo de la Fuente Echevarría, pediatra del Centro de Salud Ciudad Rodrigo (Salamanca), los casos más leves tuvieron una evolución negativa.
Entre el 5% y el 7% de la población infantil sufre de esta patología
“El diagnóstico temprano del TDAH resulta crucial para un buen manejo de éste”, apunta el especialista, por lo que “conviene conocer los síntomas de sospecha y los recursos para abordarlo”. Si este trastorno no es tratado convenientemente, se relaciona con riesgo de desarrollar un trastorno de personalidad, en especial trastorno antisocial de la personalidad, y es posible que aparezcan conductas delictivas, abuso de sustancias, conductas sexuales de riesgo, etcétera.
PRESENTACIONES DE TDAH SEGÚN SÍNTOMAS
Desde la Asociación Española de Pediatra explican que exiten tres presentaciones distintas de TDAH, según los síntomas que presentan. De predominio inatento, donde "impera la falta de atención y la dificultad para concentrarse. Son habituales los despistes y la incapacidad para terminar una tarea antes de pasar a otra. Es más común entre las niñas y al ser menos visibles los síntomas, pueden pasar más desapercibidos y retrasar el diagnóstico". De predominio hiperactivo-impulsivo, donde la falta de reflexión y el exceso de energía son una constante. "Presentan dificultades para esperar su turno. Se les ocurren muchas ideas y hay una ausencia de “embudo” que filtre la más adecuada en cada momento. De manera aislada es la forma menos frecuente". Y, por último, combinada, la presentaión más frecuente que se caracteriza por una combinación de síntomas de los tipos 1 y 2. Es la forma más habitual en varones.
“Este tipo de comportamiento y rasgos de personalidad suelen ser normales entre niños y niñas de hasta cuatro años, pero en el proceso normal del neurodesarrollo deberían remitir”, aclara el doctor.
Cuando estas disfuncionalidades repercuten negativamente en al menos dos áreas de la vida (la escolar, la social o la familiar), existe sospecha de TDAH y se recomienda consultar con el especialista. Existen protocolos de actuación para la evaluación, ante la sospecha, para determinar la gravedad de la afectación y la necesidad, en casos leves, únicamente de pautas psicopedagógicas y conductuales/cognitivo-conductuales, o complementar con medicación para afectaciones moderadas y severas.
Echevarría: “Con un buen manejo de este trastorno y una coordinación adecuada entre los distintos niveles asistenciales, el paciente logrará controlar sus síntomas"
“Con un buen manejo de este trastorno, y una coordinación adecuada entre los distintos niveles asistenciales, el paciente logrará controlar sus síntomas y la mayoría conseguirá retirar la medicación a lo largo de la edad adulta. Suelen disminuir los síntomas de impulsividad y permanecer las dificultades atencionales”, explica este especialista, quien también reclama “la dotación de recursos tanto en atención primaria como en especializada, principalmente tiempo, para el diagnóstico y abordaje que requieren estos pacientes”, concluye.