La salud bucodental da pistas en el diagnóstico de enfermedades sistémicas, como es el caso de la diabetes y la osteoporosis, también de las deficiencias nutricionales. Con una visita al odontólogo es posible identificar patologías que afectan a otras partes del cuerpo, por lo que pasar por el dentista es fundamental para detectar los síntomas más incipientes y obtener una visión integral del estado de salud del paciente.
Manuela Escorial, responsable asistencial de Sanitas Dental, explica que “el estado de la boca muchas veces es un espejo de la salud general de las personas. Al examinar las encías, la lengua y los tejidos blandos, podemos detectar signos tempranos de diversas enfermedades que, de primeras, podrían pasar desapercibidas en otras consultas médicas”.
Afortunadamente, para más de 4 de cada 5 españoles la salud bucodental es igual de importante que la salud general, tal y como se desprende del último estudio de Sanitas Salud Bucodental 2024. Sin embargo, “aunque con el paso de los años observamos un aumento de la preocupación y el cuidado de la salud bucodental”, Escorial señala que “todavía muchas personas no son conscientes de la relación tan directa que existe entre la salud de la boca y la salud general”.
"El estado de la boca muchas veces es un espejo de la salud general de las personas"
Ante este contexto, los expertos de Sanitas Dental detallan cuáles son los síntomas que deberían hacernos sospechar de la aparición de enfermedades sistémicas, a modo de prevención y concienciación. Cualquiera de las siguientes manifestaciones debe invitar al paciente a visitar al odontólogo:
- Diabetes: es una de las enfermedades más comunes que puede identificarse a través de la observación de la cavidad bucal. Estos pacientes a menudo presentan infecciones periodontales recurrentes y una cicatrización lenta de las heridas bucales. Según la Manuela Escorial, “la inflamación de las encías y la presencia de infecciones crónicas son indicativos de que algo más puede estar ocurriendo en el organismo, especialmente cuando estos problemas son persistentes”.
- Osteoporosis: es característica por la disminución de la calidad del tejido óseo, por lo que está relacionada con la pérdida de piezas dentales sin una causa aparente, así como con la reducción en la densidad ósea que se puede observar en las radiografías dentales.
- Deficiencias nutricionales y enfermedades autoinmunes: las deficiencias nutricionales, como la falta de vitaminas del complejo B y vitamina C, aparecen en forma de úlceras bucales, sangrado de encías y mucosas pálidas. Estos síntomas suelen ser una señal de que no se está absorbiendo adecuadamente los nutrientes o de que hay una dieta deficiente que debe corregirse. “La boca seca y las comisuras agrietadas pueden reflejar una ingesta insuficiente de ácidos grasos esenciales, necesarios para mantener la humedad y prevenir infecciones. Por otro lado, una lengua blanca o peluda puede sugerir déficit de zinc, vital para la función inmunológica y la integridad de la mucosa oral”, indica Alba Soto, nutricionista de Blua de Sanitas.
- Enfermedades autoinmunes: por ejemplo, el lupus o el síndrome de Sjögren provocan síntomas bucales como la sequedad de boca y la inflamación de las glándulas salivales. “Estos síntomas son indicativos de una respuesta autoinmune que afecta directamente a las funciones salivales y que puede provocar molestias significativas. Es crucial realizar una evaluación clínica exhaustiva para un diagnóstico preciso y establecer un plan de tratamiento adecuado que no solo alivie los síntomas bucales, sino que también aborde la enfermedad de manera integral, expone la Dra. Pilar Brito, jefa del Servicio de Medicina Interna del Hospital Sanitas CIMA.