La soledad y el aislamiento podrían estar relacionados con el riesgo cardiometabólico en el medio rural, según un estudio llevado a cabo por la estudiante del Programa de Doctorado Medicina Clínica y Salud Pública de la Universidad de Granada, Sara del Olmo Romero, y dirigido por las doctoras María Correa Rodríguez y Blanca Mª Rueda Medina, del Departamento de Enfermería de la UGR. Los resultados de dicha investigación fueron publicados en la revista Clinical Nursing Research.
El síndrome metabólico (SM) está determinado por un conjunto de factores de riesgo cardiovascular, como puede ser la obesidad abdominal, la resistencia a la insulina, la hipertensión, la alteración del metabolismo de la glucosa y la dislipemia. En los últimos años, la prevalencia de SM ha ido aumentando, de modo que se sitúa ya en torno al 25% de la población a nivel mundial. Por ello, es considerado uno de los principales problemas de salud pública.
En estudios anteriores se había demostrado que esta prevalencia, además, se está incrementando de manera significativa en poblaciones rurales con respecto a zonas urbanas. Esto podría deberse al desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético, aunque también influye la composición genética del individuo, el sedentarismo, sus condiciones sociales y factores ambientales.
Cerca de la mitad de los participantes cumplían criterios de síndrome metabólico, lo que confirma su alta prevalencia en la población rural
De forma paralela a los problemas metabólicos, la prevalencia de la soledad y el aislamiento social está aumentado significativamente en nuestra sociedad. Y como se ha comprobado, las personas del medio rural están especialmente expuestas a este problema. La relación es relevante porque el menor soporte social, la soledad y la soledad social aumentan el riesgo asociado a la mortalidad y morbilidad por cualquier causa de igual manera que otros factores de riesgo como el tabaco, la obesidad, la hipertensión o la falta de ejercicio físico.
El estudio de las investigadoras de la UGR se llevó a cabo con 310 adultos que tenían como referencia el Centro de Salud de Nerpio (Albacete). A los participantes se les tomaron datos analíticos y antropométricos para determinar la presencia de SM y se les evaluó la soledad, el apoyo social y el aislamiento social mediante escalas validadas internacionalmente.
Una de las conclusiones a las que llegaron es que cerca de la mitad de los participantes cumplían criterios de síndrome metabólico. Esto confirma su alta prevalencia en la población rural. Además, entre aquellos que sufrían SM se observaron niveles significativamente más elevados de soledad, menor apoyo social y mayor aislamiento.
Entre los participantes que fueron diagnosticados de SM se observó que estos presentaban mayores niveles de soledad, menor apoyo social y mucho mas aislamiento social
Entre los participantes que fueron diagnosticados de SM se observó que estos presentaban mayores niveles de soledad (p = .001), menor apoyo social (p = .032) y mucho más aislamiento social (p = .005), después de ajustar los datos según edad, sexo, nivel de estudios y de ingresos económicos.
La investigación ha analizado por primera vez en el contexto de la Atención Primaria las diferencias en la prevalencia del SM según el nivel de soledad, aislamiento social y apoyo social percibido en una población rural. La realización de estudios de investigación en el área de la salud en poblaciones rurales es muy escasa, especialmente en aquellos realizados por profesionales de enfermería en Atención Primaria.
En este sentido, el trabajo ha sido reconocido con el primer premio a los trabajos presentados en la IV jornada Internacional con motivo del Día Internacional de la Enfermera celebrada en Granada en mayo de 2023.