La crisis económica, la pandemia Covid-19 y la guerra en Ucrania han llevado a un aumento de los precios de todo: gasolina, vivienda, luz, gas, comida. Alimentos básicos como el pan han aumentado su precio hasta en 50% más con respecto a hace un año. Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en 2022 un hogar medio afrontó un sobrecoste anual de 830 euros “solo en alimentación” con un aumento del índice del IPC interanual de un 15,3%. Y esta subida de precios se ha sentido especialmente en un colectivo: los pacientes con enfermedad celiaca.
Según datos de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE),la cesta de la compra de las personas con celiaquía, siempre más cara que la de una dieta con gluten, ha aumentado un 12,39%. Según el informe anual de precios sobre productos sin gluten 2023 de FACE, en 2022 una persona gastaba en comida anualmente 1.367,41 euros, en 2023, 1.536,83. Esta subida es menor de la acaecida para una persona sin celiaquía, cuya cesta ha pasado de 522,20 a 997,85 euros; pero supone pagar 584 euros más que ellos. Las familias, que de por sí no encuentran una amplia oferta de productos sin gluten, han tenido que hacer malabares y reducir las cantidades que compran para llegar a fin de mes. Porque tomar productos con gluten no es opción.
“Nos fijamos en el pan de molde sin gluten, ha pasado de costar 2,85 euros a 3,75. El pan diario ha pasado de 80 céntimos al euro”
“De cuatro en la familia somos tres celiacos, y lo notamos bastante”, explica Alba García. Durante el año pasado empezó a notar un aumento del gasto de la compra semanal de productos básicos, se estaban gastando 130 euros, pero es que esta última semana de febrero han llegado a pagar 200 euros. “Nos fijamos en el pan de molde sin gluten, ha pasado de costar 2,85 euros a 3,75. El pan diario ha pasado de 80 céntimos al euro”, añade.
LOS OJOS PUESTOS EN EL FIN DE MES
“El año pasado comprábamos prácticamente el 100% de todos los productos en un único supermercado, pero la subida brutal de los precios hace que ahora hagamos malabares con otras cadenas”, señala Diego Bellido. Su hijo de 8 años está diagnosticado de celiaquía y en la familia han decidido retirar el gluten de casa. Su compra era de 60-70 euros semanales, ahora de 100 euros. "Mi hijo no se puede permitir el lujo de romper la dieta ni un día".
Desde el 2 de enero de 2023 el IVA del pan, tanto común como congelado y su masa, las harina panificables, la leche animal, los quesos, los huevos y las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales es del 0%, y las pastas alimenticias, aceite de olivo y semilla ha bajado del 10% al 5% de IVA. Esta medida que estará en vigor hasta el 1 de mayo de 2023, sin embargo, no se ha notado en el mercado. Tampoco la bajada de costes en el sector de distribución, en la industria alimentaria y el sector primario.
“De octubre a ahora me ha subido la cesta de la compra semanal unos 15-20 euros mínimo"
“De octubre a ahora me ha subido la cesta de la compra semanal unos 15-20 euros mínimo. Suelo comprar más o menos lo mismo y en el mismo sitio, y semanalmente notas esa diferencia”, indica Rosa Sánchez. Su hija tiene 14 años y fue diagnosticada de enfermedad celíaca en octubre. “Antes le llevaba bocadillos y sándwich todos los días en el recreo, pero ahora, entre que el sabor no es muy logrado y que es más caro, ya no es algo diario”, cuenta.
La oferta, además, es escasa. En los últimos años ha aumentado la presencia de productos sin gluten en los establecimientos, y de hecho ya en casi todos hay. Pero en poca variedad y cantidad, y a veces no muy bien ordenado. “Hay comercios en los que reservan un espacio a estos alimentos, pero otros los mezclan con alérgicos. Nosotros tuvimos una intoxicación porque nos confundimos con otro productos que tenía el mismo empaquetado”, indica Alba García.
Una intoxicación continuada de un paciente celiaco o que no se cumpla estrictamente con la dieta puede suponer complicaciones a largo plazo, como osteoporosis. Además, a corto plazo produce dificultades digestivas de diferentes tipos. Las personas con esta enfermedad autoinmune solo tienen la dieta sin gluten como único tratamiento, y es esencial que la sigan. Sin embargo solo el 42% la cumple, y el resto ingiere gluten de forma voluntaria o involuntaria, o hacen malabares para poder permitirse esta única opción que tienen para su salud.