Los sesgos de sexo y género en el manejo del dolor impactan en su diagnóstico y tratamiento

Con motivo del Día Mundial contra el Dolor, Semergen propone reducir los sesgos de sexo y género para mejorar el pronóstico de la patología en los pacientes

Mujer con dolor que sufre sesgos de género. (Foto. Shutterstok)
Mujer con dolor que sufre sesgos de género. (Foto. Shutterstok)
CS
17 octubre 2024 | 18:10 h
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Los sesgos de sexo y género en el manejo del dolor impactan directa y negativamente en la calidad de vida de millones de personas, además de en la calidad de la atención médica, especialmente en mujeres. Por esta razón, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y con motivo del Día Mundial contra el Dolor, pone de relieve la importancia de abordar esta problemática.

Asimismo, la campaña de este año por el día mundial invita a reflexionar sobre cómo estos sesgos tanto en investigación como en práctica clínica afectan a la comprensión del dolor, su diagnóstico y tratamiento. “La falta de un enfoque inclusivo de género ha perpetuado disparidades en la atención sanitaria, con efectos particularmente graves en la salud de las mujeres”, indican. Estos sesgos también comprometen el manejo clínico, lo que implica retrasos en el diagnóstico, infradiagnósticos y un tratamiento inadecuado del dolor en muchas condiciones de salud.

"Lo que sí parece claro es que una combinación de factores biológicos, psicológicos y socioculturales contribuye a las diferencias observadas en el dolor entre sexos"

“En los últimos años, se ha profundizado en la ‘morbilidad diferencial’ entre hombres y mujeres en cuanto al dolor. Se han estudiado aspectos como la percepción y modulación del dolor, la tolerancia, la respuesta a los tratamientos, y factores biológicos como las hormonas gonadales o los receptores opioides. Sin embargo, los resultados han sido variables y no concluyentes. Lo que sí parece claro es que una combinación de factores biológicos, psicológicos y socioculturales contribuye a las diferencias observadas en el dolor entre sexos”, resalta el Dr. Francisco Javier Resa, coordinador del Grupo de Trabajo DOLPAL (Dolor y Cuidados Paliativos) de Semergen.

“Generalmente se parte, de forma errónea, de la premisa de igualdad entre mujeres y hombres en la expresión de las enfermedades y en la respuesta a los tratamientos. Esto es especialmente aplicable respecto al dolor crónico. Las mujeres se enfrentan a actitudes escépticas por parte de los profesionales de la salud, quienes tienden a psicologizar su dolor, dudando de la veracidad de sus síntomas en función de su apariencia. Esta realidad afecta a la forma en que el dolor es diagnosticado y tratado, exacerbando las desigualdades en la atención” afirma la Dra. María Blasco, coordinadora del grupo de Trabajo de Atención a las Mujeres de Semergen.

MÁS PREVALENCIA DEL DOLOR EN MUJERES

El dolor crónico, además, es más prevalente en mujeres. En concreto, al menos dos veces mayor que en los hombres. Y es, precisamente, porque muchas patologías dolorosas son más frecuentes en ellas, como fibromialgia, síndrome de intestino irritable, artritis reumatoide, artrosis, trastornos de la articulación temporomandibular, dolor pélvico crónico o migraña. También las mujeres tienen más riesgo de cronificación del dolor agudo.

"Es mucho más frecuente el consumo de analgésicos en las mujeres, tanto los prescritos como los de venta libre, y presentan una sensación de peor calidad de vida respecto a los hombres"

“Los mecanismos del dolor son diferentes en hombres y mujeres. Observamos que en las mujeres el dolor crónico se presenta con mayor frecuencia, mayor intensidad y tiene mayor duración. Presentan un umbral doloroso más bajo y también afrontan el dolor de forma diferente, utilizando estrategias más adaptativas, con mayor habituación al dolor prolongado e intenso. Es mucho más frecuente el consumo de analgésicos en las mujeres, tanto los prescritos como los de venta libre, y presentan una sensación de peor calidad de vida respecto a los hombres”, resalta la Dra. Blasco.

LA IMPORTANCIA DE LOS MÉDICOS DE FAMILIA EN EL DOLOR

Una de las consultas más frecuentes en Atención Primaria es el dolor. Este espacio es clave para garantizar la equidad en salud y, de hecho, los pacientes que lo sufren acuden hasta 4 veces más al médico de familia que aquellos que no lo padecen. Por esta razón, y por su enfoque biopsicosocial y cercanía con los pacientes, estos especialistas tienen un rol esencial para disminuir las disparidades de género en el manejo del dolor y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.

“Es esencial que los profesionales de la salud examinen y confronten sus propios estereotipos de género para garantizar que el tratamiento del dolor sea equitativo y eficaz. Además, los médicos de familia estamos en una posición privilegiada para coordinar intervenciones multidisciplinarias, proporcionando a los pacientes el apoyo necesario para un manejo integral de su dolor”, concluye el Dr. Resa.

PROPUESTAS CLAVE PARA ACABAR CON LA BRECHA DE GÉNERO

El Grupo de Trabajo DOLPAL- SEMERGEN propone cinco medidas para avanzar hacia una atención más equitativa en el control del dolor:

  1. Sensibilización y formación profesional. Es necesario concienciar a los profesionales de la salud sobre los sesgos de sexo y género que influyen en el diagnóstico y tratamiento del dolor, promoviendo su capacitación continua para integrarlos como determinantes de salud.
  2. Adaptación de los procesos diagnósticos. Desarrollar y aplicar guías de diagnóstico y tratamiento que consideren las diferencias específicas de género, con el fin de mejorar la precisión en la evaluación del dolor.
  3. Empoderamiento de las pacientes y sensibilización pública. Fomentar campañas de concienciación que informen sobre las diferencias de género en el manejo del dolor, promoviendo el empoderamiento de las mujeres para que reclamen una atención equitativa y mejoren la comunicación de sus síntomas.
  4. Promover la investigación inclusiva. Apostar por estudios que incluyan una representación equitativa de mujeres y hombres, para mejorar la comprensión de los factores biológicos y psicosociales que influyen en el dolor.
  5. Colaboración institucional. Trabajar con las instituciones sanitarias y los órganos de gestión para integrar la perspectiva de género en los protocolos y políticas de Atención Primaria
Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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