El sarampión constituye un importante problema de Salud Pública. Se trata de la enfermedad inmunoprevenible más transmisible, y continúa ocasionando una elevada mortalidad en el mundo a pesar de contar con una vacuna altamente efectiva. España está considerada como un país en estado de eliminación de sarampión desde 2016 y se dispone de un Plan Estratégico para la Eliminación tanto del Sarampión como de la Rubéola. En ambos casos, la medida más eficaz para su abordaje es la vacunación.
La evaluación de la seroprevalencia del sarampión en España es una herramienta fundamental para la modificación y mejora del calendario de vacunación. Por este motivo, el Ministerio de Sanidad ha publicado el documento “Evaluación del impacto del 2º estudio de seroprevalencia en el programa de vacunación frente a sarampión”, elaborado por un grupo de trabajo compuesto por expertos de diversas comunidades autónomas, que se centra en la interpretación de los resultados de seroprevalencia y su implicación en la estrategia de vacunación.
El calendario común de vacunación en España es una herramienta de salud pública en constante actualización, que se modifica en función de evaluaciones continuas y del avance del conocimiento científico. Según el documento, "los estudios de seroprevalencia aportan conocimiento sobre la situación real de la inmunidad humoral de la población frente a estas enfermedades inmunoprevenibles y ayuda a la toma de decisiones con respecto a los programas de vacunación".
Hasta el 15 de septiembre de 2024 se han notificado en España 203 casos confirmados en más de 20 brotes
En España, la vacunación sistemática frente al sarampión se inició en 1978, que se sustituyó por la vacunación con triple vírica frente a sarampión, parotiditis y rubéola en 1981. Actualmente, se recomienda la administración de la primera dosis a los 12 meses y la segunda a los 3-4 años de edad, en el calendario común de vacunaciones a lo largo de toda la vida. Las coberturas con la primera dosis son superiores al 95% desde el año 2000 y con la segunda dosis están por encima del 90% desde el año 2003. En el año 2023 las coberturas de vacunación para primera y segunda dosis fueron de 96,12% y 91,81%, respectivamente.

Desde 1999 la incidencia de sarampión en nuestro país se mantiene por debajo de 1 caso/100.000 habitantes, excepto en periodos epidémicos. Sin embargo, desde finales del año 2023 se ha detectado un aumento en el número de casos y brotes de sarampión a nivel mundial tras el periodo pandémico. Se han notificado más de 10.000 casos en la Unión Europea en el año 2023. En España, hasta el 15 de septiembre de 2024, se han notificado 203 casos confirmados en más de 20 brotes, la mayoría de estos casos se han dado en personas no vacunadas..
VACUNACIÓN DE PROFESIONALES SANITARIOS
El estudio evalúa la cadena de transmisión en el ámbito sanitario. Uno de los puntos más destacados del documento es la evaluación de la vacunación de los profesionales sanitarios. Este grupo tiene un mayor riesgo de exposición al virus, lo que puede llevar a la transmisión a pacientes vulnerables. “El estudio desarrollado por el Centro Nacional de Epidemiología con datos de la fase post-eliminación de sarampión encontró un 10% de casos de sarampión en profesionales del ámbito sanitario”, destaca el documento. Se trata de un hallazgo alarmante, ya que "el 60% de estos casos estaban vacunados, con una media de 18 años desde la última dosis administrada". Esto sugiere que la duración de la inmunidad conferida por la vacuna puede ser un factor a considerar en la estrategia de vacunación.
El documento enfatiza la importancia de no evaluar los resultados de las encuestas serológicas de forma aislada. Se considera fundamental que estos resultados se analicen en conjunto con datos de vigilancia y coberturas de vacunación. "Se ha observado que el desarrollo de inmunidad celular puede desempeñar un papel protector significativo en individuos seronegativos frente al sarampión", apunta el informe. Esto implica que, además de la vacunación, es crucial entender cómo la inmunidad celular puede influir en la protección contra el virus.
El documento sugiere que la duración de la inmunidad conferida por la vacuna puede ser un factor a considerar en la estrategia de vacunación
El documento sugiere que, en caso de no haber pasado la enfermedad y no tener dos dosis documentadas, será necesario completar la pauta de vacunación con dos dosis, con un intervalo de al menos cuatro semanas entre ellas. "Las personas con dos dosis documentadas de vacunase consideran protegidas y no se les recomendará hacer serología", indica el documento. Sin embargo, en caso de disponer de una prueba serológica con resultado negativo o indeterminado, no se recomendará la administración de dosis adicionales a las dos que ya documentadas.
La vigilancia epidemiológica es un componente clave en la prevención de brotes de sarampión. El documento establece que "se extremará la vigilancia epidemiológica en caso de brotes en un entorno sanitario (incluyendo personal sanitario y no sanitario)”. Esto incluye considerar a todos los contactos como susceptibles, independientemente de la edad, del número de dosis recibidas o de la disponibilidad de una prueba positiva de anticuerpos. Esta estrategia es crucial para contener la propagación del virus y proteger a los grupos más vulnerables.
La evaluación del impacto del segundo estudio de seroprevalencia del sarampión es un recordatorio de la importancia de la vacunación y la vigilancia en la salud pública. El documento concluye que el beneficio de utilizar sistemáticamente una tercera dosis en el ámbito sanitario es pequeño; subraya la necesidad de revisar la documentación de vacunación del personal en el entorno sanitario tanto de nuevo ingreso como perteneciente a la plantilla de centros asistenciales; así como extremar la vigilancia epidemiológica. La implementación de las recomendaciones del estudio puede ser un paso decisivo hacia la eliminación del sarampión en España y la protección de la salud de todos los ciudadanos.