La evidencia que confirma el cambio climático es un proceso de preocupación severa. La acción del hombre ha llevado a un incremento masivo de los gases de efecto invernadero. Tanto es así que, en menos de 100 años, las concentraciones atmosféricas de CO2 has pasado de aproximadamente 280 ppm a más de 400 ppm.
Todo ello repercute en la salud, siendo el cambio climático uno de los principales retos sanitarios del siglo XXI. No en vano, la mortalidad asociada al cambio climático se estima, como mínimo, en 250.000 personas anuales. Paradójicamente, uno de los sectores que más contaminación genera es el de la salud.
De hecho, en los últimos años, se ha resaltado el elevado potencial de calentamiento global que tienen los servicios sanitarios nacionales. Se estima que el Sistema Nacional de Salud (SNS) de España es responsable del 4,5 % de los gases de efecto invernadero anuales de nuestro país, lo que equivale aproximadamente a 17 MtCO2.
Alrededor del 52% de los inhaladores utilizados son pMDI, con una media anual de más de 15 millones de unidades vendidas al año, lo que se traduce en aproximadamente en la emisión de 400.000 toneladas de CO2 anuales
Dentro de esta huella de carbono, ha llamado la atención la derivada de los inhaladores, que son responsables de una cantidad no depreciable de los gases de efecto invernadero generados por el SNS. Los inhaladores presurizados (PDMI, por sus siglas en inglés) poseen propelentes hidrofluorocarbonados (HFC) que son entre 1.400 y 3.900 veces más potentes que el CO2 en su impacto como gases de efecto invernadero.
En nuestro país, alrededor del 52% de los inhaladores utilizados son pMDI, con una media anual de más de 15 millones de unidades vendidas al año, lo que se traduce en aproximadamente en la emisión de 400.000 toneladas de CO2 anuales.
En este contexto, desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), en un artículo publicado en Archivos de Bronconeumología, recomiendan priorizar los dispositivos inhalados en polvo seco o niebla fina, si las necesidades del paciente lo permiten, frente a los MDI.
LOS PACIENTES, COMPROMETIDOS CON EL MEDIO AMBIENTE
Casi tres millones de personas sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en España, las cuales en muchos casos tienen comprometida su calidad de vida y salud, pero tienen el compromiso decidido de colaborar para reducir las emisiones en nuestro país.
APEPOC recomienda el uso de inhaladores libres de gases con efecto invernadero como son los dispositivos en polvo seco o niebla, siempre y cuando sea posible para el paciente
Desde APEPOC, la Asociación de Pacientes con EPOC, proponen una serie de acciones de cara a contribuir a reducir nuestra huella climática. Una de ellas, explican, es la de recomendar el uso de inhaladores libres de gases con efecto invernadero como son los dispositivos en polvo seco o niebla, siempre y cuando sea posible para el paciente.
De este modo, APEPOC se suscribe a las recomendaciones de países europeos, la guía NICE, sociedades científicas de otros países y españolas como SEPAR y Neumomadrid.